Todos los capítulos de El hijo del alfa y la Híbrida (Embarazada del alfa, secuela): Capítulo 31 - Capítulo 40
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Capítulo 27
Sobre la grama suave y fresca, cerca del suelo arenoso que termina en el cúmulo de aguas coloridas, Dylan y Legna yacen somnolientos y con cara de satisfacción.Sus cuerpos se encuentran relajados, pero carentes de energía, puesto que después de haberse marcado volvieron a aparearse con más fiereza que la vez anterior.—Me quedaría aquí contigo por siempre, mi hermosa mate —balbucea él, casi dormido.—Hoy estás muy labioso... —le responde ella con voz débil.—Es tu culpa...—Unjú...A lo lejos, la frustración se expande entre el conglomerado de árboles. Odia esa protección que tiene él cuando está junto a esa niña, pero más la odia a ella por interponerse entre sus planes; aparte de que le provoca celos no ser la causante de los suspiros que él libera en ese instante ni ser quien haya disfrutado el placer de su virilidad.¿Podría ella amarlo y odiarlo al mismo tiempo? Quizás sí.Lo recuerda indefenso y dependiente, tan tierno y hermoso. Muy diferente a la fiereza que amó de Tron; no o
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Capítulo 28
Cuando Dylan y Legna llegan a la casa, ya no hay nadie allí. El sol empieza a ponerse, por lo que el cielo toma un tono violeta que se difumina con el azul oscuro.—Tengo hambre —comenta Dylan cuando entran a la sala. Legna mira la canasta que se encuentra sobre la isla de la cocina y empieza a hurgar en ella, entonces descubre las rosquillas que Clara le llevó a su compañero—. ¡Están deliciosas! —exclama, tras morder una.—¿Te las comerás? Creí que me pedirías que las tirara a la basura. —Él se acerca y agarra una también, y la devora al instante—. Ummm...—¿Por qué tiraría la comida? —Ella vuelve a morder el postre.—Porque así de celosas son ustedes las mujeres.—¿Nosotras las mujeres? Lo dice quien casi mata a Titán por coquetearme. —Legna enarca una ceja.—Él se lo buscó... —gruñe—. Ya le tenía ganas...—¿Por qué?—Porque te miraba con lujuria desde el primer día que pisaste la universidad. Te atreviste a tomarte un café con ese idiota. —Él aplasta la nueva rosquilla que está en
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Capítulo 29.1
El olor a café recién colado es lo primero que Legna percibe cuando empieza a despertarse. Ella da varias vueltas en la cama hasta caerse y es cuando abre los ojos por completo.—¡Diablos! —vocifera enojada y se levanta del piso, acto seguido, observa la habitación con cara desorbitada—. ¿Dónde estoy...? —No termina la pregunta porque los recuerdos del día anterior responden a su interrogante—. ¿Y Dylan?Ella entra al baño y lo busca, pero no lo encuentra allí. Mira el cepillo de dientes dentro de su empaque, que está dentro del vaso dorado donde hay uno usado, y no puede evitar sonreír.—Vaya, lo pusiste al lado del tuyo. —Legna rompe el empaque y libera el cepillo, luego le pone crema dental y se para frente al espejo—. ¡Qué horrible estoy! Debo hacer algo con este cabello.Después de asearse, ella busca entre la ropa de Dylan y escoge una remera gris, que cuando se la pone le queda como si fuese un vestido desahogado y corto.—Necesito ropa... —susurra de camino a la cocina—. ¿Tú e
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Capítulo 29.2
La ola de calor se ha extendido a varias regiones del territorio de los hombres lobos, lo que ha provocado que algunos ríos empiecen a secarse y que se pierdan cosechas.Legna ha recorrido esos lugares en busca de repuestas, pero no ha encontrado un motivo más allá de la misión de Liah. Entonces entiende que pronto tendrá que enfrentarlo.Ella sacude la cabeza ante ese pensamiento y presta atención a la charla que se lleva acabo entre su familia y la de su mate.—Debemos hacer una gran fiesta para celebrar la unión de nuestras familias —espeta Tron, muy feliz. Alexa ya ha abierto un vino para conmemorar la buena noticia de la marca entre Dylan y Legna. Riú también luce contento, pese a que todavía mira a su yerno con escepticismo.—¡Sí! —celebra Miha—. ¡Con música, flores y mucha comida!—¿Dónde la haríamos? —inquiere Alexa—. ¿En Rayo dorado o aquí?—¡En nuestra manada! —exclaman Riú y Tron al unísono.—¡Yo soy el padre de Legna! ¡Celebraremos aquí! —vocifera Riú.—¡Y yo el padre de
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Capítulo 30.1
Los cuatro jóvenes llegan a un establecimiento pequeño, pero acogedor. Las paredes lucen un tono ambarino y el frente es de cristal, lo que permite a los transeúntes apreciar las vitrinas con las joyas en exhibición.Ellos entran fascinados por lo bien que luce el negocio de los mellizos y se limitan a saludarlos con gestos, dado que los chicos están atendiendo a unos clientes.—Creo que ellos mismos son su propia publicidad —susurra Legna a los otros tres con una sonrisa pícara—. Esas chicas se lo están comiendo con los ojos. —Se ríe.La mirada de los cuatro cae en la escena de forma instintiva. Miha se muerde el labio inferior al notar que André está consciente de que su atractivo es un plus para atraer clientela, así que es obvio que lo usa a su conveniencia.Leandro, sin embargo, se encuentra ajeno a las miradas sugestivas de las mujeres frente a él y la manera en que se saborean los labios, cada vez que él pone su atención en las joyas.«Eres tan inocente, mi lobo», piensa ella m
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Capítulo 30.2
Ryan llega a una casa grande, rodeada por un hermoso jardín donde un enorme árbol se yergue a su derecha y le da sombra a gran parte del patio y al frente de la vivienda.—¿Ryan? —espeta Arel sorprendido—. ¿Sucede algo?El chico respira hondo y se frota las manos en los muslos, para secarse el sudor con el pantalón de vaquero.—No... —Se relame los labios—. Sé que es raro que yo los visite por mi cuenta, pero vine por cuestión de negocios.—Oh... —Arel lo mira con intriga—. ¿Qué tipo de negocios?El chico se rasca la cabeza y sonríe con timidez.—Escuché que Clara está vendiendo perfumes... —Se relame los labios una vez más—. No sé si sabe que mi hermana encontró a su mate y ellos...Arel asiente con tristeza.—Sí, lo sé —contesta con obviedad.—Lo siento, yo...Arel sonríe con ternura y mueve las manos para restar importancia.—No tienes que disculparte, son cosas que pasan. Pero, entra. —Le extiende el brazo y le hace espacio para que Ryan cruce el umbral—. ¿Te gustaría beber algo? ¿
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Capítulo 31
Legna sale de la tienda junto a Dylan con varias bolsas pequeñas en la mano y un entusiasmo que hace sonreír a su mate.—¡Están todas hermosas! —exclama ella, alegre—. Los chicos son muy buenos con el ámbar. Y tú eres un dulce, mi lobo; pero te gastaste una fortuna, Dyl.—Te mereces eso y más, mi loba traviesa. Ya quiero verte esas joyas puestas mientras me las modelas desnuda... —responde con un tono seductor, acto seguido, le muerde el lóbulo de la oreja.—¿Por qué desnuda? ¡Qué pervertido eres! Por cierto, ¿dónde se metió el tonto de Ryan? —Ella mira a su alrededor como si lo pudiera encontrar por allí.—Ni idea. Puede que haya regresado a la casa —contesta Dylan mientras se encoge de hombros. Para él es magnífico que su cuñado se haya ido, puesto que podrá estar más tiempo a solas con Legna.—Bueno... Supongo que ya no es necesario que ande detrás mío como si fuera mi cola. Ventaja de independizarme y tener pareja.Dylan sonríe malicioso.—Eso significa que nos podemos dar una esca
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Capítulo 32
La chica de cabello oscuro guarda sus instrumentos y sale de la universidad. Otra vez se le cogió la noche en los ensayos.—Mamá estará insoportable —masculla, al revisar la hora en su reloj de muñeca—. Ni modo...«Venganza».La mujer busca a su alrededor porque cree haber escuchado algo, pero al no ver a nadie, sale del salón de música y se dirige a su casillero. El lugar está desierto y parte de las luces se encuentran apagadas, puesto que la última clase terminó horas atrás.Ella saca su bolso y guarda algunas pertenencias allí, luego cierra la puerta del pequeño armario metálico y se dirige a la salida; sin embargo, se detiene al sentirse acompañada.—¿Quién está ahí? —Trata de no sonar asustada, pero el aura de maldad a su alrededor la hace temblar.«Ira, envidia, celos... Eres perfecta...», se escucha en el ambiente, mas ella no sabe si es una persona o sólo lo imagina.—Si a uno de ustedes les parece que es una buena idea jugarme una broma, les informo que no me la encuentro gr
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Capítulo 33.1
La fiesta se extiende hasta la noche en la manada Fuerza de bronce, pero sin la presencia de los convidados ni de sus familias, ya que éstos se han dirigido a la manada Rayo dorado para continuar la celebración allí.Clara y su familia decidieron no seguirlos hasta allá; la primera porque le duele ver al amor de su vida celebrar su unión con otra mujer, y el resto de ellos por consideración a la rubia.Esa noche, Clara se encierra en su habitación a llorar y a preguntarse cómo sería su vida en ese momento, si ella y Dylan hubiesen sido mates.Entretanto, en la manada de Tron la música típica resuena en la plaza principal de la ciudad. Es una mezcla del folklore de Luna de hierro y de Rayo dorado, ya que el alfa y sus hombres han mantenido sus costumbres, al igual que sus miembros, trayendo como resultado una mezcla de las dos culturas.—Tú bailas de todo, mi loba intrépida —le susurra Dylan a Legna en el oído, provocando que los vellos de la pelirroja se ericen gracias a que el alient
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Capítulo 33.2
La fiesta es cancelada por Tron y cada cual regresa a su casa, menos Riú y su familia, quienes son hospedado por el alfa Tron.—¿Dónde diablos está mi cachorra? —le reclama el mestizo a un confundido Dylan, quien apenas es capaz de articular una frase.—Yo... —Él hace una pausa, como si tratara de entender la pregunta que se le ha hecho—. Legna... Ella... —Se vuelve a quedar pensativo por unos segundos, antes de hablar otra vez—: Legna, Miha... Ellas estaban enojadas... No lo entiendo, yo estaba con Legna, pero luego ella me reclamaba junto a Miha...Dylan se aprieta las sienes porque la cabeza le empieza a doler.—Esto no es normal, Dylan no es capaz de decir lo que sucedió. ¿A dónde diablos fueron esas niñas? —profiere Tron alterado. Por alguna razón, la condición de su hijo se le hace familiar, asimismo, provocan que broten recuerdos que él ha mantenido ocultos en lo más profundo de su subconsciente y que todavía le afectan.—¿D-Dónde está Legna? —pregunta Dylan, como si volviera e
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