25. Desastre
Las calamidades no llegan solas, las mejores batallas son dadas a los que deben aprender lecciones.Días después...Algunas veces Sam, luego de llegar del trabajo y recoger a Florence, quería un minuto, así que llego directo a la cama y se tiró, la fuerza hizo que la cama diera un respingo.Sería solo un instante, no tuvo el lujo de gozar de la sensación de confort por la suavidad de la cama, cuando Florence empezó a llamarla.—¡Mami, mami! Agua, agua —Sam giro la cabeza y respiro hondo.—Mi cielo, en tu botella tenías, sácala del bolso.—No, mami, llueve, llueve —aquello le pareció extraño, aun así, no se levantó.—Florence, debes haber visto mal, aún no es temporada de lluvias.—No, mami, aquí llueve...De forma lenta y pesada la madre se incorpora, arrastra los pies y sale de la habitación, se le queda viendo a su hija que está cerca del baño y con su manita señala al techo, desde la puerta del baño hasta donde se encuentra la pequeña se ve como corre una línea de agua por el techo
Leer más