Siento los rayos del sol entrar por el ventanal del cuarto, impactando directamente en mi rostro. Me remuevo un poco, incómoda por la luz, y abro los ojos poco a poco, tratando de acostumbrarme. Me giro y veo a Darius durmiendo boca arriba, plácidamente, con la manta cubriendo apenas su entrepierna y las facciones de su cara completamente relajadas.A decir verdad, nunca pensé que llegaría tan lejos con él. Cuando me habló del contrato, acepté por el dinero, creyendo que sería fácil y que nada sucedería entre nosotros. Y ahora estamos aquí, en la misma cama, después de haber pasado una noche magnífica juntos.No estoy enamorada de él, pero tampoco quiero estarlo. Sé que, si lo permito, acabaré herida en este peligroso juego que estamos jugando. Para él, soy solo una atracción pasajera. Cuando termine el contrato, todo acabará entre nosotros, y cada uno seguirá su vida por separado.Aunque intento evitarlo, me estoy acostumbrando a pasar tiempo con él, a dormir juntos. Pero no puedo, s
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