Capítulo 32. De regreso
No entendía absolutamente nada. Todo en él demostraba que me odiaba, y ahora, ¿quería acompañarme? Me quedé paralizada, tratando de procesar sus palabras. ¿Acaso se había golpeado la cabeza? Su reacción era completamente incomprensible para mí. Respiré hondo antes de hablar, la verdad que no sabía si mis palabras podrían herirlo, pero también era consciente de que debía ser honesta. —Cristian, no puedo permitir que me acompañes. Este viaje es algo que necesito hacer sola. Cristian me miró en silencio, pero sus labios se apretaron en una línea delgada. Aunque no dijo nada, pude ver el dolor en sus ojos. ¿Estaba dolido por mi rechazo? —Tengo que irme. Nos vemos en el trabajo —dije, mientras me levantaba de la silla. Cristian asintió lentamente, sus ojos aún seguían fijos en mí. Cuando me di la vuelta para irme, escuché su voz. —Emily, procura no ponerte en peligro. Si necesitas ayuda, no dudes en llamarme. —Gracias, Cristian. Lo tendré en cuenta —Y con eso, me fui del bar, dejánd
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