Todos se callaron al instante, sus miradas se fijaron en mí. Me senté, Vanessa se sentó junto a mí.»Lo siento… —me disculpé, la razón no era por desmayarme y dañar todo, sino por gustarme su novio, por fantasear con un hombre que ahora era de otra, prohibido hasta los huesos para mí.Me pasó las manos por el cabello.—¿Segura que te sientes bien? Es mejor llamar a un doctor. —Estoy bien, seguro se me bajó el azúcar por no desayunar, hoy no he comido nada —intenté sonreír —, lo siento, me disculpo no quería arruinar este momento tan importante.—No seas tontita, no pasa nada, ¿verdad chiqui?Tendió su mano y él la tomó, seguí ese movimiento con la mirada y dolió.—Así es, lo importante es que estés bien.Se hincó para quedar a mi misma altura, pero yo me levanté de golpe. Doblé las manos detrás de la espalda tratando de ocultar la incomodidad.— Solo fue por no comer, estoy bien —sonreí —, no hay por qué preocuparse. Hay que celebrar, por fin conocimos al famoso chiqui.Todos soltar
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