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Todos los capítulos de ©EL MARIDO DE MI HERMANA: Capítulo 131 - Capítulo 140
169 chapters
capítulo 128
—Cómo olvidarlo. Una golondrina, justo como acabas de llamarme hace un momento. —Bien, la razón de ese tatuaje eres tú.Un gesto de sorpresa se dibujó en su rostro. ...Narra Alan. Después de tenerla en mis brazos ya no podía dejar de pensar en ella. Su aroma se había impregnado no solo en mi piel, sino en mi alma. Pensaba en tantas cosas, pero tenía dos demasiado claras; no me arrepentía de nada, quería el divorcio. Ese día Vanessa llegó en la tarde como si nada hubiera pasado, me llevó un regalo que no abrí e intentó saludarme con un beso que esquivé. Se cruzó de brazos y me dijo; chiqui de verdad sigues enojado. Sonreí con sarcasmo. Ni siquiera preguntó cómo me fue, no respondí entonces ella empezó a contar cómo había sido su viaje. La corté abruptamente.—Tenemos que hablar.Se calló al instante y me miró desconcertada. —¿En serio te vas a molestar? ¿Cómo te fue, lograste cerrar el trato? Volví a sonreír con sarcasmo.—¿De verdad te importa o finges que sí?Puso los ojos
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capítulo 129
Joder, amaba esa manera que tenía de desafiarme, provocarme, jugar conmigo, volverme loco. Me encantaba su mirada profunda y endiablada, esa sonrisa traviesa. Amaba cada parte de ella, de esa Sirena que me hechizó con esos hermosos ojos azules. Su mirada intensa, sus palabras, sus labios, sus caricias, toda ella tomaba control de mi cuerpo, ese día me provocó una maldita erección en la cocina de su casa con todos en la sala. Sin duda alguna estábamos locos, encendimos un fuego tan grande para luego caminar sobre el filo de una navaja, un solo paso en falso y todo se iba al carajo. Saben qué es lo peor, que no estaba pensando con la cabeza bueno no con la que tenía sobre los hombros, quería tomarla en mis brazos y hacerla mía…necesitaba consumir mi droga; ella. Con ella se me nublaba lo racional, ahí entendí que si el puto mundo ardía no me importaba, yo estaba dispuesto a arder por tenerla. No quería palabras, quería hechos que le demostraran que yo quería algo serio y primero tenía
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capítulo 130
Al ver su expresión cuando llegamos a la cabaña el corazón me dio un vuelco, su hermoso rostro era un poema de confusión. Y lo mejor fue cuando empecé a decirle todo lo que sentía por ella. Sus hermosos ojos se rebozaron por las lágrimas, yo también sentí que el corazón se me iba a salir, yo también sentí que el aire era demasiado pesado, sentí un ligero temblor recorrer cada parte de mi cuerpo, no hay adrenalina más satisfactoria; escuchar una confirmación de amor de la persona que te descoloca con tan solo una mirada, una sonrisa o un simple roce. “Golondrina” repetí, me causó mucha intriga, entonces recordé esa historia que ella no me contó. Tenía tantas dudas. La manera en que me llamó, ¿tendría algo que ver con el tatuaje de su espalda? Necesitaba respuestas, tenía que hacer que me contara todo desde el inicio. Yo quería escuchar la historia de sus propios labios. Me tomó por sorpresa cuando me dijo que la razón de ese tatuaje fui yo. Se sonrojó, se reía nerviosamente e inició
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capítulo 131
Su respuesta fue un suspiro tembloroso, cerró los ojos y jadeó. Me miró; la intensidad de su mirada me hizo saber que compartía mi deseo. Con manos temblorosas agarró el borde de mi camisa, atrapé sus manos y negué. Sus pupilas se dilataron por el deseo y la curiosidad. Tomé el cinturón de mis pantalones quitándolo lentamente mientras ella siguió el movimiento, lo hice sonar en mis manos, ella mordió su labio inferior. Con cuidado, tomé sus muñecas y las até suavemente con el cinturón asegurándome de que estuvieran seguras, pero cómodas. Luego, saqué una corbata de mi bolsillo y la usé para vendarle los ojos. La oscuridad aumentó su respiración, sentí como su cuerpo se tensaba, ansioso. Me subí sobre ella con la ropa puesta y empecé a mover mis caderas, rozándola suavemente. Mis movimientos eran lentos y calculados, provocándola, creando una fricción deliciosa entre nosotros. Gimió con más fuerza, su cuerpo respondió a cada movimiento, sus jadeos se mezclaban con la música de fond
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capítulo 132
La deslicé suavemente hacia abajo y me arrodillé ante ella, besé la cara interna de sus muslos dejando pequeñas marcas. La escuché jadear mientras mis labios exploraban su piel. Luego, la levanté de nuevo, pero esa vez sus piernas se enredaron alrededor de mi cuello, sus dedos se enredaron en mi pelo sosteniéndose. Agarré con firmeza su hermoso trasero al tiempo que besé su punto débil con una intensidad que la hizo estremecer. Recibí una respuesta instantánea de su cuerpo. Cada caricia, cada beso estaba calculado para maximizar su placer. Sentí como su cuerpo se tensaba nuevamente mientras mis labios y mi lengua trabajaban con habilidad sobre su llama. Las ondas de placer comenzaron a acumularse y pronto, sus gemidos se volvieron incontrolables. Con cada movimiento de mi boca y el ritmo de mi lengua, la llevé al borde de su tercer orgasmo. Su respiración se volvió errática y finalmente con un grito ahogado, su cuerpo se sacudió en un clímax intenso, sus piernas temblaron alrededo
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capítulo 133
Chocamos nuestras copas suavemente sellando un pacto silencioso. Ambos sabíamos que el camino sería complicado, pero también comprendíamos que el amor que compartíamos valía cada esfuerzo, cada lágrima y cada desafío. El reloj marcó las 12:00 y como si ese sonido marcara el comienzo de algo nuevo y poderoso me levanté con seguridad. Me acerqué a ella y la tomé suavemente por la cintura atrayéndola hacia mí. Sentí como su respiración se aceleraba mientras mis manos recorrían su espalda, acercándonos aún más hasta que no quedó espacio entre nuestros cuerpos.La miré a los ojos, los cuales reflejaban la misma emoción y anhelo que sentía dentro de mí. Con un movimiento lento casi reverente, incliné mi rostro hacia el suyo, nuestros labios a solo un suspiro de distancia. Pude sentir su calor, amaba todo lo que provocaba en ella. Nuestros labios se encontraron en un beso que al principio fue suave, lleno de promesas y ternura. Pero pronto, ese beso se intensificó. Mis labios se movían s
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capítulo 134
Sus piernas se abrieron a ambos lados, sentí el calor de su cuerpo. El vino fresco en su piel añadió más intensidad al momento, sus manos se apoyaron en mi pecho guiándola con precisión. Me miró con una intensidad ardiente y antes de que pudiera reaccionar, se montó sobre mí con un movimiento firme y seguro. Gimió en voz alta. Sonreí. Sus caderas comenzaron a moverse lentamente, provocando una fricción que nos hizo gemir a ambos. Cada movimiento que hacía dejaba ver el control que ejercía su cuerpo en perfecta sincronía con el mío. Sus movimientos eran suaves, estaba provocándome y eso me encantaba. Nuestras respiraciones se entrelazaron creando un momento de pasión y deseo. Que buena manera de recibir el año. Con cada subida y bajada, podía sentir la presión y el calor de su cuerpo, amplificando el placer hasta casi volverse abrumador. Sus manos se aferraron a mis hombros, mientras sus caderas seguían un ritmo que reflejaba tanto su deseo como el mío. Su piel sudorosa se pegaba a
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Capítulo 135
Narra Alexia. Desperté con la suave luz de la mañana filtrándose a través de las cortinas. Parpadeé lentamente acomodándome a la realidad, sentí todo el cuerpo pesado, me dolía todo, una sonrisa de satisfacción se dibujó en mi rostro cuando recordé la razón del porqué me sentía como si me hubiera atravesado un camión. El calor de las sábanas y la comodidad del colchón me invitaban a permanecer allí, pero algo más captó mi atención, algo que hizo que mi corazón diera un vuelco. Él dormía a mi lado plácidamente, su respiración profunda y constante, su pecho subía y bajaba en un ritmo calmado que casi se podía sincronizar con mi propio aliento. Me cubrí la boca con la sábana ahogando un Aaaaaaah de emoción. Me pregunté; es real todo lo que pasó, todo lo que me dijo, todo lo que le dije o yo estaba soñando. Me pellizqué y definitivamente no era un sueño, mordí mi mejilla con emoción, era tan grande lo que sentía en ese momento que quería gritar, saltar como una niña pequeña, pero debía
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Capítulo 136
Estaba tan concentrado en lo que hacía que no se dio cuenta de mi presencia. Me quedé allí apoyada contra el marco de la puerta simplemente disfrutando del momento, de verlo en ese ambiente tan cotidiano, pero lleno de significado. Era una visión que jamás pensé que tendría, mi corazón se aceleró al pensar en lo afortunada que me sentía de tenerlo en mi vida, no solo en los momentos intensos sino también en esos pequeños gestos como prepararme el desayuno después de una noche como la que habíamos compartido.—Todo se ve tan delicioso que no sé qué comer primero —dije con una sonrisa malvada, dejé que mi mirada recorriera lentamente desde los platos en la mesa hasta su cuerpo.Él levantó la mirada, una hermosa sonrisa se curvó en sus labios, sus ojos brillaron con diversión y deseo. Extendió los brazos invitándome a acercarme, me lanzó una mirada juguetona que me hizo estremecer.—Lo que quieras comer, todo está a tu disposición —respondió con un tono bajo y seductor, dejando clara
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Capítulo 137
No pude evitarlo, me volví a reír. Luego sonreí con nostalgia y le conté la historia. Cómo inició y la razón por la que se fue. —De verdad deseo que sea muy feliz y que haya logrado olvidarme —finalicé. —Deseo lo mismo. Solté una risita, entonces de repente sentí sus brazos alrededor de mi cuerpo, me perdí en sus ojos.»Lo único bueno de todo esto es saber que eres sólo mía. Esa palabra “mía” se escuchaba hermosa. También le conté lo que hacía el alcohol en mí, él sonrió con maldad.—¿Y si tomas como ayer, te hará mal? Mordí mi labio inferior.—Estoy dispuesta a ofrecerme como voluntaria. De esa manera me vuelvo alcohólica. El vino en barra me encanta. Soltamos una pequeña risa, pero luego su rostro se volvió serio.—Necesito poner todo en orden para que Josh no tenga que seguir fingiendo que es tu novio —dijo con un toque de sarcasmo, lo que me hizo elevar una ceja—. Es tan considerado él, pero para qué abusar de su generosidad. —Totalmente de acuerdo. No quiero compartirte co
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