Alastor estaba encadenado en un frío suelo, donde entraban rayos de luz, y jade estaba encerrada en una habitación lejos de él. Las cadenas eran muy gruesas y tan pesadas, sus brazos estaban hacia atrás, y fue mandado a torturar otra vez a latigazos hasta que su carne se desprenda.—Alfa temible, espero que estés listo, es hora de jugar—Espetó el lobo que se enfrentó con Clark; su odio hacia luna blanca, era muy fuerte y, junto a otros tres lobos más, rieron. Jade fue llevada hasta esa celda, obligada por Ronan para que vea la tortura del amor de su vida, y la sentaron en una silla de hierro, atada por las manos y los pies, tapando su boca y ojos. Cuando sintió el frío de la silla y sintió el olor nauseabundo de aquel lugar húmedo y frío, supo que algo iba a pasar. El sonido de unas condenas la alertó, sintiendo un gran temor. ¿Iban a lastimar a su alfa? Su corazón latía frenéticamente, desesperado y angustiado.Cuando destaparon sus ojos dejando su boca amordazada, su más grande mie
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