Al amanecer, ellos juntaron los cadáveres de los muertos de Cirius, y los prendieron en fuego. Más a sus muertos los enterraron, curaron a los heridos, mientras otros fueron operados para poder sacarle la plata de su sus cuerpos.—El alfa nos necesita— vociferó Arlo, mientras se limpiaba las manos sucias de sangre.—Hay que ir por él—, pero sabían que ir directamente a la manada era un suicido.—Si vamos, estamos claros de que no vamos a sobrevivir, la mayoría de nosotros están muertos, cuantos quedamos, ¿treinta? ¿Veinticinco?——¿Creen que aún tienen fuerzas para pelear?—pregunta él.—Estamos agotados y heridos, pero hicimos un juramento; además, Alastor no nos abandonaría—. Arlo se llena de orgullo, ellos habían cambiado, lástima que muchos habían muerto en batalla. Si Clark no le hubiese enfermado las mentes a muchos de ellos, aún quedarían muchos lobos con vida, pero la obsesión por querer ser el alfa y todo lo que era de Alastor lo llevó a la muerte.—Bien, el plan es el siguient
En la manada Cirius, todos estaban reunidos para el espectáculo de la tarde, siendo entretenidos con juegos y otras cosas como si se tratase de un festival, mientras esperaban, pacientemente, la hora de la decapitación de Alastor, que sería el truco final.Los guardias cuidaban los alrededores y, más lobos de otras manadas, seguían llegando en sus carreteras, vestidas de formas elegantes. No cabía duda de que más que una sorpresa era una curiosidad inmensa la que tenían por saber si era cierto.**—¡Alfa, alfa!— ella lo llama desesperada para que despierte. Ronan le tapa la boca con su palma y le reclama con burla.—¿No ves que se está echando una siesta? Deja de llamarlo o te vas a arrepentir— choca sus dientes cerca de su oído, gruñéndole y su lengua se desliza por su lóbulo, empapándolo de baba, incomodándola.—No me toques, ¿qué le hiciste?— las cadenas hacen un sonido, él estaba despertando. Jade, aprieta los dedos de sus pies para calmar sus nervios, su respiración es agitada y
—¡Si no vas a ceder y me seguirás despreciando sin hacerte nada, entonces yo te daré motivos para que me odies para siempre!— Su puño fue directo a su vientre bajo una y otra vez. Jade experimentó un shock debido al dolor, donde la respiración le faltó y con otro golpe que sintió gritó esta vez.—¡Ahhhhhhhhh!——¡Elegiste que muera este bastardo!— otra vez le pegaba y otra vez, haciéndolo con dureza, pegándole tan fuerte que el grito se quedaba en su garganta y cuando lo podía soltar era doloroso.—¡Mi hijo! ¡No, mi hijo noooo!, ¡no! ¡Mi bebé, no lo mates!, ¡No mates a mi hijo, por favor!, ¡mátame a mí! ¡No, mi cachorro! ¡Alastor, nuestro bebé, nuestro hijo!— Sus gritos desgarraron la escasa conciencia que quedaba en Alastor quien permaneció pasmado sin pestañear, su consciencia se desconectó como solía pasar en momentos de ira no controlada como lo era antes. No soportó más, el olor a sangre llegó a sus fosas nasales y una densa oscuridad arropó su razón, al no escuchar más el latido
Cuenta la leyenda que un alfa llamado Alastor Bismarck, rey de la manada «luna blanca» fue castigado junto a todos sus lobos por la diosa luna. El pecado de ellos fue la maldad de su corazón, se destruían entre ellos y la codicia y vanidad los hacia no querer darle lugar a las lobas solteras o comprometidas abusando de ellas y quitándoles sus purezas. hacían mal a otras manadas provocando así, que todas estuvieran en contra de ellos, ya que muchas veces les robaban las mujeres qué, desde su codicia y egoísmo ellos deseaban. El alfa Alastor, era el más pequeño de cinco hermanos, pero el más sangriento y despiadado, y decidió quitarle la vida a todos sus hermanos para quedarse con el trono antes de tiempo. Tuvo un reinado próspero y fértil, pero estaba basado en la lujuria y vanidad y solo derramar sangre los hacía sentirse saciados, cualquiera que se atreviera a enfrentarlos no dudaban en derramar su sangre, inocente o culpable todos pagaban a una. Causaban el terror a su paso y eran
Cómo cada día los lobos de Luna blanca fueron en busca de agua y a cazar. Ya habían pasado cinco días desde la última caza y el hambre los atacaba.Mientras caminaban y discutían entre ellos, Arlo bufaba, pues eran tan infantiles para su gusto y hablaban tantas estupideces, que lo abrumaba su falta de inteligencia y sus pocas capacidades para pensar.—¡Agh! estoy cansado de esta maldita vida, soy un lobo de guerra, no un esclavo que tiene que buscar agua para que Alastor se lave el culo todos los días—Los demás se ríen y Arlo quien se veía como un lobo débil le gruñe enfadado.—si mantienes la boca cerrada posiblemente no le diga al señor alfa que te arranque la lengua, Clark—El abucheo de los lobos lo hizo enfurecer y soltar el cántaro para el agua, pues Clark era agresivo y uno de los que quería la cabeza de Alastor en secreto.—¿crees que porque eres la marioneta de él, te tengo miedo?— un gruñido salió desde lo más profundo de él anunciándole que quería pelea y Arlo espetó en t
Se levanta, la mira unos segundos y se va a su habitación, arlo le pregunta: —¿qué hago con ella?— pero él solo lo ignora y sube las escaleras, llega a su cuarto cierra la puerta y siente como sus rodillas flaquean, frota su mano y después de tantos siglos sonríe con calidez humana, era bueno volver a sentirse vivo después de tantos siglos, pero cierra su boca y cierra los ojos —no me vas a jugar una mala pasada diosa, no se que quieres lograr con esto pero no, ella no huele como una mujer fuerte es pequeña y débil como si su cuerpo se fuera a romper— Rechina sus dientes, pues estaba molesto, de igual forma no habían condiciones para tener una mujer en el castillo, pero su corazón no para de latir, ese aroma estaba metido entre sus fosas nasales y no sabe que hacer, jamás pensó que sería posible que una mujer llegara a su vida. Volvió a bajar las escaleras después de unas horas, la chica estaba siendo alimentada, aún con las manos atadas —¿QUIEN LOS MANDÓ ALIMENTARLA? USTEDES N
—¿por que la golpeaste?— pregunta el alfa a Clark muy molesto—nos insultó y nos llamo mugrosos, además como le dije al beta, es mejor que no conozca el camino devuelta, pues si es una espía podrá escapar y regresar con ellos, además no es la primera vez que matamos a alguien que pisa nuestros alrededores— pero Alastor conoce muy bien lo ambicioso y mentiroso que es Clark —¿estás seguro que esas fueron tus intenciones? ¿O tenías otros planes para ella? Tú cabeza siempre está llena de ideas que sólo te perjudican, Clark. No quieras usar tu inteligencia maldita conmigo, porque te conozco y se que me odias tanto como yo a ti, si te he dejado vivir es porque se el valor que tienes como guerrero y de otras cosas, de otra forma; ya te hubiese desgarrado el cuello, recuerda quien soy nunca lo olvides, si quiero matarla o dejarla vivir eso me concierne a mí, no a ti, no tomes autoridad de alfa, porque nunca lo serás— le da una mirada tan intensa que Clark baja la cabeza, imposible era resist
La tomó con salvajismos por un brazo, dejando caer la comida y se la llevó arrastrada por el suelo, logrando así que una astilla de la madera dañada se le incruste en uno de sus pies descalzos. Arlo quiso ayudarla, pero las palabras de ella al parecer fueron malentendidas por él. La llevó a la habitación y la tiro al piso sin darse cuenta de su pie herido, jade gimió por el dolor de tirarla en el piso y volvió hacia abajo furioso. —QUE SEA LA ÚLTIMA VEZ QUE LOS VEO RIENDO O TAN SIQUIERA CERCA DE ELLA, TODOS SE MANTIENEN A LA DISTANCIA, ¿ESTÁ CLARO?— Asintieron cabizbajos y se volvió a marchar, arlo camino detrás de él —Alastor no la castigues, aún es una niña, su voz y su forma de hablar lo dejan claro— —sé que es una niña, solo tiene diecisiete años, pero no dejaré que aun siendo una pequeña mocosa, quiera hacerme ver como un inútil delante de mis lobos, ¿está claro?— Él se asombra, lo que significa que sabe más cosas de ella y eso le alegra mucho —por favor, no la ahuyentes