Todos los capítulos de La alfa Antonella y sus tres alfas: Capítulo 51 - Capítulo 60
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Capítulo 50: El tercer compañero
Me aferro el cuerpo del lobo, mientras esté, corre tan rápido como puede. Desgraciadamente no es tan rápido como Carolina y no puedo quejarme por ello, ya que es un beta.‘Al menos está haciendo más que tú Antonella, ya que, aunque eres una alfa, no puedes siquiera transformarte en loba, algo que es muy fácil para cualquiera que pertenece a los hombres lobos.’ Me dice mi mente.Debo reconocer que por mucho que quiero ignorar mi complejo de inferioridad, no me es posible en este tipo de situaciones, donde tanto me cuesta hacer cosas simples que cualquier mujer lobo podría realizar, pero, para mí es imposible.Sin embargo, intento concentrarme en el problema que tengo en estos momentos y es por ello, que observo como nos acercamos a la manada que hace poco abandoné. Una manada que ahora está sumida en el caos y el dolor.— ¿Qué rayos sucedió aqu&iacut
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Capítulo 52: Escuchar su conversación
Yo soy una mujer que cree en la reencarnación, por lo que también creo que hay algunos pecados que uno comete y son tan graves que en la próxima vida uno tiene que pagar por ellos.Pero, entonces es aquí cuando me pregunto ¿qué tipo de pecado tan inmenso cometí en mi vida pasada para estar experimentando este tipo de castigos? Porque es evidente que cuando creo que mi vida no puede ser más difícil, la diosa Luna se burla de mí y me dice: “toma querida, acá hay otra razón para pensar que tu vida es difícil.”‘Lo mejor es que muera de una vez por todas antes de morir de tanta atención y preocupación.’ Me digo mentalmente.Mi cuerpo ya no parece estar en el mundo terrenal y es por eso, que levito en medio de la oscuridad. Muchos pensamientos negativos vienen a mí, pero en estos momentos lo que menos me importa es no poder convertirme en
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Capítulo 53: Hablar de mi defecto
Me quedo observando el rostro perfilado que tiene Edmond y no puedo evitar sentir como mi corazón se acelera ante lo hermoso que se ve. No sé si son las feromonas o la conexión que tenemos entre nosotros, lo que me hace verlo así, pero sin duda se ve muy atractivo.‘Quizás si nada más él fuera mi prospecto de compañero de vida, no tendría tantas confusiones.’ Me digo mentalmente.Debido a mi defecto es que Edmond se ha estado mostrando inseguro por la mujer que es su compañera de vida. Porque indirectamente, todo este trato ambiguo y contradictorio es por mi culpa.— ¿Qué voy a hacer contigo, Antonella? Siento que voy a perder el control pronto.— Yo también voy a perder el control. — susurro y me sorprendo al poder escuchar mi propia voz.— Finalmente, has despertado — dice Edmond.— Lamento mucho haberte asustado o
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Capítulo 54: Querer usar explosivos
La alarma se encienden ante todo lo que podría hacer Edmond con los exclusivos, por eso agarro su rostro para que se concentre en mí y me diga todo eso que está planeando su perversa mente.— ¿Qué rayos vas a hacer con los explosivos?— Creo que la funcionalidad de ese tipo de herramientas está en el nombre, ¿No lo crees? — pregunta Edmond sonriendo.— Edmond, por favor, dime que no vas a utilizar los explosivos en el alfa Robert o en mi tercer compañero.— No, querida, no tengo pensado asesinar a Robert. Pero ahora que lo mencionas, diría que es buena idea acabar con la vida de tu tercer prospecto de compañero utilizando los explosivos.El deseo de golpearme la boca por haber sido tan tonta al darle ideas a un hombre que no necesita de ello, hace que levanté mi mano, pero rápidamente la bajo, porque lo que me interesa ahora no es regañarm
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Capítulo 55: Cambios
Quiero quejarme porque me ha llamado cobarde, pero no puedo defenderme sin quedar en evidencia porque realmente no soy capaz de decirle lo que mis pensamientos han dicho recientemente.— No sé de qué hablas. — digo fingiendo ignorancia.— Sí lo sabes, pero como toda cobarde, no te atreves a reconocerlo. — dice Edmond.— Tienes una imaginación muy grande, Edmond.— No es imaginación, querida, simplemente estoy leyendo lo que tus ojos me muestran.‘Estúpidos ojos que me delatan.’ me digo mentalmente. — No utilices los explosivos, Edmond. — digo recordando lo importante.— Oh, querida, solo te estaba informando lo que ya se decidió. — dice Edmond.— ¿Podrías dejar de ser rígido e irracional en este asunto tan importante?— El problema aquí es que tú puedes vincularte a t
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Capítulo 56: Su posesividad
No logro comprender lo que él quiere decir, ya que yo no me siento diferente. Bueno, debo de reconocer que pude percibir el aroma de ese alfa árabe desde lejos. Pero, no sé si simplemente fue un golpe de suerte o realmente mejoré.— No lo creo, no podía oler algo hasta que abrieron la puerta. — susurro.— Eso es normal, todo el castillo ha sido reforzado para que nadie fuera de éste pueda percibir el aroma que hay en su interior si no hay una sola ventana o puerta abierta. — explica Edmond.— ¿Eso cuando le hicieron?— No te diste cuenta de ello, porque nosotros estábamos follando como unos conejos insaciables sin dejar de ser los alfas que liberaban sus feromonas sin poder tener el control de ellas. — informa Edmond.La vergüenza me invade completamente, al igual que el recuerdo donde me informan que los hombres lobos que trabajan o viven en el castillo, t
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Capítulo 57: Celos
Observo al hombre frente a mí, no hay manera de que yo pueda sentir algo diferente que no sea excita siempre, aunque su mirada me muestra peligro y sus feromonas emanan una oscuridad que me informa que debería alejarme, lo que hacen es atraerme, pero, a la vez me advierten que la oscuridad se apoderaría de mí, porque eso es Edmond.‘¿Qué debería hacer?’ Me preguntó mentalmente sin poder moverme, porque esos ojos rojos perversos me lo impiden.— ¿Por qué eres tan cruel?— Oh, querida, solamente fue un entrenamiento, porque ahora que he mencionado esos bastardos que se atrevieron a causarte daño, lo que voy a hacer es intentar que el mago acelere el proceso de sanación de los bastardos a los que lastimé y los mandé al borde de la muerte.— ¿Piensas perdonarlos? — pregunto y no puedo evitar sentir un poco de decepción po
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Capítulo 58: Intentar calmarlo
‘¿Por qué siento que a cada rato estoy en peligro inminente cuando Edmond está cerca?’ Me preguntó mentalmente.Aunque soy consciente que no es un hombre que sería capaz de causarme el daño que el alfa Robert acostumbraba a realizarme o permitía que lo demás lo hicieran, no puedo evitar sentirme en peligro porque él puede someterme de otra forma.— No, querida, de la única forma que quiero verte arrodillada es para hacerme una mamada y ahora no estoy de humor para una. Así que, responde mi pregunta, Antonella Waldorf. — dice Edmond con una voz salvaje y peligrosa.— Edmond…Su mano se concentra en mi cuello y camina peligrosamente hacia mí. Al punto en el que yo retrocedo hasta que una pared me recibe. Estoy en peligro, de eso no tengo duda, pero no es porque él pueda ahorcarme porque quiere matarme, sino porque sus feromonas ademá
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Capítulo 59: Convencerlo
Aunque logró calmar a Edmond un poco, no puedo evitar sentir miedo por esa reunión que él pretende realizar para demostrarle que estamos juntos.‘En pocas palabras, mencioné lo de la presentación a la manada para que él se sintiera tranquilo. Pero, lo único que he causado es darle un motivo a él para poder reunir al alfa Abbas, a él y yo en el mismo lugar.’ Me digo mentalmente.— Edmund, por favor, debes detenerte con tu obsesiva forma de pensar.— ¿Hay algo de malo en que le muestre a un invitado que tú eres mi mujer? — pregunta Edmond de forma inquisitiva.— Ni siquiera sé cómo responderte a lo que acabas de preguntarme, porque siento que cualquier cosa que te diga, puedes interpretarla de manera incorrecta y nos hará discutir. — digo alejándome de él.Edmond sonríe como si le estuviera dando alg&u
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Capítulo 60: Feromonas que delatan
Después de ello, Edmond finalmente se marcha dejándome sola. Por lo que, puedo sufrir en silencio, mientras camino de un lado al otro sin saber que podría hacer para evitar una tragedia.Sin embargo, al poco tiempo me doy cuenta que las cosas trágicas apenas comienzan, porque las detonaciones comienzan a escucharse y aunque el castillo se tambalea, se mantiene en perfectas condiciones, porque incluso las ventanas están intactas.— Esto debe ser una maldita broma. — digo acercándome hacia la ventana donde observo como el agua comienza a correr por los espacios causados por los explosivos.Desde mi lugar, observo que Edmond y varios hombres lobos estén con planos mirando como el agua corre, como si estuvieran hablando de una construcción importante. Bueno, para Edmond lo es.Estoy en graves problemas y lo peor es que siguen las cosas mal, porque incluso ahora que el ambiente huele a explosivos, pue
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