Ya no tengo el más mínimo interés de explicarle cada cosa que estoy realizando y por ello, me lanzo sobre él listo para destruirlo. Por fortuna, este bastardo, corresponde a cada una de mis golpes, causando que la pelea si sea realmente una.Así que, mientras Abbas se encarga del último hombre lobo que queda, yo me enfrento a Zion dándole tantos golpes como me es posible. Es con él que descargó todo el enojo que tengo en estos momentos, al punto que siento que estoy con una bolsa de boxeo dándole tantos golpes con mis cuatro patas, que es Abbas, quien me aleja abruptamente del cuerpo, que parece inerte.— ¡¿Qué rayos te sucede?! ¡Te he gritado muchas veces! ¡¿Cómo puedes perder la noción del tiempo e ignorar que ya lo has derribado?! — pregunta Abbas sorprendido.Aturdido porque no sé qué es lo que está
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