Liam y Evelyn terminaron su charla, y aunque la tensión seguía presente, Evelyn pensó que había una posibilidad de reconciliación entre su hijo y Aiden y decidió no hacer mal tercio, avisó que se regresaba a la ciudad, pero Fiore tenía otros planes.—¡Abuela, no te vayas todavía! —exclamó la niña, corriendo hacia Evelyn y abrazándola—. Quédate a comer con nosotros.Liam, viendo la oportunidad de aliviar un poco la tensión, intervino.—Sí, mamá, quédate. De hecho, estaba pensando en invitar a todos al nuevo restaurante del pueblo. Sería una buena oportunidad para relajarnos un poco.Aiden se cruzó de brazos, dudando.—No creo que sea una buena idea —expresó con firmeza, mirando a Liam con desconfianza—. Tenemos mucho trabajo en la finca. Evelyn, sin embargo, insistió.—Vamos, Aiden. Será una buena oportunidad para conocer mejor a Leo y para que los niños disfruten. Además, me encantaría pasar más tiempo con los pequeños —solicitó, sonriendo cálidamente.Aiden suspiró, sabiendo que Eve
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