En ese momento, la mansión Romagnoli, se encontraba sumida en un caos absoluto. Policías y técnicos habían llenado la sala principal con equipos de rastreo y comunicándose frenéticamente. El detective se mantuvo pendiente esperando a que Camila llamara de nuevo, él estaba seguro de que ella lo haría pronto, pues quería noticias, saber si Elena ya había retirado los cargos, o si al menos había decidido hacerlo. Giovanni le dijo que no se preocupara, que le dijera que lo iba a hacer, que iba a retirar las demandas, por supuesto que la iba a engañar, hacerle creer lo contrario. Camila era tonta, y no estaba en buenas condiciones, por lo tanto, no iba a sospechar nada.Giovanni se quedó a lado de Elena, ambos sentados en uno de los sofás, aunque por dentro él quería salir corriendo y buscar a su hijo, pero sabía que su esposa lo necesitaba mucho y no podía hacerle eso, de dejarla sola.Elena no se había apartado del teléfono, sus manos temblaban ansiosas por la espera de esa llamada. Su
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