Tomás soltó una carcajada, no servía para ese tipo de momentos, él no era para nada serio:—Gabriel —llevó sus manos a su barriga, de tanto reírse le estaba doliendo—, disculpa, es que no pude contener la risa —se calmó—. Ya te dije, yo solo quiero ayudarte, sé que estás enamorado de ella y Alejandra ha sufrido mucho, merece ser feliz. Es solo que tú estás siendo muy amable con ella y lamento decirte que te está viendo solo como amigo, te mandó a la friendzone —Tomás trató que la risa no se le saliera—. Es por eso que te quiero ayudar a que la conquistes, ya te dije, yo la conozco muy bien, desde que éramos unos niños siempre hemos estado juntos y tú solo eres un aparecido en su vida, un pretendiente, y déjame decirte que ella tiene muchos, pero muchos pretendientes —lo observó de arriba aba
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