Emily.- El hombre me llevaba por un brazo, no deseaba dejar a Jacob en ese lugar, pero ahora había más preguntas que respuestas ¿Qué enemigos teníamos Jacob y yo en común?— ¿Quiénes son ustedes? –Pregunté, pero no tuve respuestas. – ¿Qué quieren de nosotros? –El hombre tenía la mirada sombría, su mirada estaba fija al frente sin decir una sola palabra, salimos hacia una estancia muy lujosa, seguí siendo arrastrada hacia un pasillo, cuando la puerta se abrió el hombre me hizo entrar con un empujón.— Espera aquí lindura –Sonrió con malicia, dejándome sola en la oficina, las ventanas estaban selladas, busqué con mi mirada algún teléfono o algo, pero no había nada, comenzaba a sentir miedo, porque la única persona que podría hacerme sería Vanessa, pero ella está muerta y si fuera no tendría nada que ver con Jacob Morgan, debo pensar ¡Por dios Diogo! Mi niño— ¡Que esté bien es lo único que pido! –La puerta se abrió haciéndome girar los pies se me clavaron al suelo al verlo Alex Scott.
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