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Todos los capítulos de Tú me enseñaste: Capítulo 81 - Capítulo 90
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Capítulo 81 - ¿El 90%?
María ConstanzaGuillermo llegó con los ojos rojos, evidencia de que se desahogó por medio del llanto. Blanca lo volvió a abrazar y David los abrazó a los dos.—¿Todo bien, hijo? —Estaba cerca y pude escuchar.—Sí, papá, hablo con Benjamín y debo ir a la iglesia del padre. ¿Y tú?—Carlos me está gestionando un permiso para poder ir a ver a Egan, si me presento en la fiscalía no me dejarán ingresar, dicen que hay mucha gente, así que nuestro abogado apeló a que es un representante por individuo y él es el abogado de todos. Apenas me den el aval, me voy.—Adara…—En la noche llega y paso a recogerla. —Mi amigo afirmó.—Santos se queda en casa mamá. —Se sentaron en las bancas delante de mí.—Bien hijo.¿Cuánto tiempo se quedará en Colombia? Todo esto era muy triste, y por el abrazo que nos dimos supe que había amor, no sé si me alejó para bien o para mal. En todo caso no le daré mente a eso. Lo dejaré todo en manos de Dios, la vida y el tiempo, que ellos hagan lo que yo no podía. Benjamí
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Capítulo 82 - Seres que calman
SantosGuillermo se había sentado a mi lado después de la eucaristía, el padre nos invitó a almorzar, luego continúa con la misa de tres y yo tomé la decisión de viajar a Bucaramanga. Entre más rápido haga lo que necesitaba hacer, puede que sea más rápido el regresar por mi Pequeña.—¿Entonces pudiste verla? —Nos sirvieron la sopa.—Sí, ver que está viva, escuchar el corazón de mi hijo, decirles cuanto los amo y que estoy lo más cerca que me lo permiten, fue tranquilizante.—Me alegra hijo, te veo diferente a como te dejé en la capilla al igual que a otro, ¿a qué horas viajas a Bucaramanga?—En el vuelo de las seis. Compraré una muda de ropa en el aeropuerto, —ni me he bañado.—Si quieres bañarte puedes hacerlo, luego es solo comprar algo, pero no lo hagas en el aeropuerto a tres cuadras hay un centro comercial.—Gracias, padre.—Buen provecho y… Guille, entrega todo en manos de Dios, y Santos, me alegra que alguien lograra llegar a tu centro, por fin decidiste romper cadenas. No pier
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Capítulo 83 - No tardes mi Pequeña
María ConstanzaAsí es como le generan a una, un paro cardíaco, lo vi sonreír, acunó mi rostro.—El padre me dijo varias cosas, y entre esas, es; ¿por qué te alejo mientras sano? —el labio me tembló—, todo lo que me escribiste en esa carta destruyó mis barreras, el que me dijeras que Roció ganó hizo mella en mi alma Pequeña y por eso te escribí la palabra «gracias.» Lograste hacerme reaccionar.—Me alegra. —Le sonreí.—Puede que yo te haya enseñado a moverte sobre un pene, —me puse roja y besó mi mano—. Escúchame, pero tú me enseñaste a amar y te quiero a mi lado para ir dejando atrás todo el rollo que me hice por la culpabilidad. —surgieron mis lágrimas—. Quiero pedirte que viajes conmigo en este momento, pero sería muy egoísta, sin embargo, quiero decirte que puedes llegar a la casa de mi hermana, puedes hacerlo a cualquier hora, te mandaré la dirección a tu celular.—Santos…—Te voy a estar esperando, eso sí, te llamaré todo el tiempo. Te quiero en mi vida, puede que las embarre mu
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Capítulo 84 - Volver a casa
SantosMe sentía feliz, el padre tenía razón, ¿por qué alejarla cuando podía sanar y enfrentarme a mi pasado con ella a mi lado?—Serás mi esposa pulguita. —sonreí mientras caminaba los pasillos para llegar a la sala de abordaje.El vuelo no tuvo contratiempo, llegué a Bucaramanga, tomé el taxi, iban a ser las siete, ¿qué dirá Adriana cuando me vea? Desde la muerte de mis padres, la casa quinta que tenían la vendieron y cada una de mis hermanas ya casadas vivían en apartamentos en buenos barrios de Bucaramanga.—¿A dónde señor?—Al barrio Cabecera del llano, yo le indico para llegar.Mientras el taxi emprendía el camino, no pude evitarme sentir nervioso. Le mandé un mensaje a mi novia.«Ya voy en camino al apartamento de mi hermana Adriana. Cuando llegue, te mando la ubicación exacta.»«Me alegra que llegaras bien. Estamos reunidos hablando con Julián, quien llegó con la plástica de su novia, y mi hermanito Samuel, muy seguro, se quede varios meses en prisión. El padre de Pablo demand
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Capítulo 85 - La grandeza de la fe.
GuillermoHabían pasado quince días, tenía los nervios al borde de un precipicio, en contadas horas sacarán a mi esposa del coma inducido. Había reaccionado muy bien, Eros fue su médico de cabecera, Emmanuel también pasó a su lado en contra de los médicos por su herida, lo incapacitaron por un mes, a pesar de tener esa tremenda cortada en su ante brazo, gracias a él mi mujer e hijo seguían con vida.Fui a visitar a los chicos en la cárcel donde los tenían, al menos Carlos logró que no los llevarán a la cárcel modelo, mientras llegaba el juicio se quedarán recluidos en una de las casas fiscales. Esos muchachos eran un cuento, hasta se la estaban pasando como un retiro espiritual. No creo que cambien, pero casos se han visto. En la sala de espera nos encontrábamos casi todos, menos Santos, me llamaba todos los días, se encontraba con sus hermanas, eso nos tenía a más de uno reconfortado, estaba sanando sus más fuertes heridas que ocasionaba esa personalidad indiferente, Maco hizo un gr
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Capítulo 86 - De nuevo a la vida
NataliaMe dolía la espalda y el costado, pero desperté viva, acaricié mi vientre, estaba más grande. Cuando desperté hice fue preguntar por mi hijo, y cuando Eros y Benjamín me pidieron calmarme y escuchara, comprendí que ese sonido era el corazón de mi bebé. La puerta se abrió e ingresó mi mamá, corrió a abrazarme y besó todo mi rostro.—Mi niña, no sabes lo feliz que estamos de verte de nuevo consiente. Todos nos encontramos afuera, tu papá, tu hermano, tu cuñada y toda la familia de Guille, nos hemos estado turnando durante los quince días, pero jamás pudimos sacar a Guillermo de esta clínica. —tenía tantas ganas de verlo, pero también de tener a mamá cerca.—No me han dicho nada mamá de lo que pasó con ese desgraciado ¿y de los muchachos?—Pablo muerto, enterrado y con mis deseos de que en vez del gusano se lo coman las cucarachas y las ratas. Que Dios me perdone, pero ya se encuentra muerto esa escoria, —no dije nada—. Y los muchachos deben enfrentar un juicio penal por habernos
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Capítulo 87 - Organizando la boda
SantosEsperaba a que mi hermana Edith terminará de hablar con la organizadora del evento que se llevará a cabo el domingo. María Constanza piensa que no sé de su viaje y ahora mismo se encuentra en camino, Maju me contó cuando le pedí viajaran el sábado y que estuvieran desde la mañana por el almuerzo organizado con hermana a raíz de mi compromiso, pero realmente será mi boda por lo civil.Se volvieron locas, no me imagino como será el día de mi boda por la iglesia. Liliana se había encargado de llamar a todos, y los únicos que no podían venir y me dolía mucho, pero entendía las razones era Guille y Naty por obvias razones. Pero estarán por videollamada. Lo importante era casarnos ese día junto a nuestros seres queridos. Me parece mentira, pero nos casaremos, aunque, mi novia no lo sabe.Adriana no deja de consentirme, me trata como si fuera un niño de catorce años y quien iba a pensarlo que eso yo un hombre como yo, lo necesitaba, el afecto verdadero de ellas, ese que rechacé desde
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Capítulo 88 - ¿Quieres casarte conmigo?
María ConstanzaNo quise llegar al hotel que me había dado mi madre, me fui directo a la casa de Adriana Domínguez, eran las siete y media, ya no veía la hora de verlo, aún no aclarábamos, no le habíamos dado nombre a los que teníamos. Eso ya me tenía hasta la coronilla. Pero si era cierto que hablamos todo el día.De hecho, todos daban por hecho de que era su novia de nuevo. El edificio donde vivía su hermana mayor era muy elegante, toqué el timbre, un señor abrió la puerta. Un hombre mayor que había visto en algunas ocasiones en mi casa era el esposo de mi cuñada.—María Constanza, —me alegró mucho que supiera mi nombre—, Ya me conoces, pero fue hace mucho y tú eras una chiquilla. Soy Ciro Gómez, un placer verte como la novia de mi cuñado. —estreché la mano del amable señor.» Pasa, él salió con Edith, aún no regresan, Adriana se encuentra terminando la cena, está con la hija de una amiga. —El gesto de su parte, me dio a entender que no le tenía agrado a la compañera de su esposa. L
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Capítulo 89 - Vuelvo a estar en su cuerpo
SantosLlegamos al hotel, donde estaríamos hasta el lunes en la madrugada, porque a esa hora salimos para Villavicencio, donde nos esperarían los Benavides, Aurelio ya arregló la habitación principal antes de viajar, mañana espero verlos. El resto de lo que le falta comprar a la hacienda lo haremos poco a poco.—¿Sabías que vendría?Cerré la puerta de nuestro cuarto, era grande la habitación, con una pequeña sala y un comedor para dos personas, encendí el aire acondicionado. Todo el hotel está reservado y mañana en la cena le pondré el anillo.—Yo sigo esperando una respuesta.—Santos ya sabes cuál es la respuesta. Te besé cuando me lo propusiste.—Quiero escucharlo.Se alejó y comenzó a desnudarse, automáticamente mi verga se fue endureciendo, esa chiquita sí que sabía engarrotarme. Comencé a imitarla. Sin dejar de mirarnos fuimos desprendiéndonos de las ropas, lamí mis labios, se me hizo agua la boca al verle los senos.—Sí, si quiero casarme contigo, quiero ser tu esposa. Y desde y
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Capítulo 90 - Visitando a sus padres
María ConstanzaAmanecí una vez más entre los brazos de mi futuro esposo. Anoche no nos detuvimos, y por causa de ese deseo insaciable me dolía el vientre y mis piernas. Acaricié los vellos de su antebrazo, me encantaba lo varonil que se le veían los brazos.—¿Ya dejaste de repararme? ¿Cómo amaneciste?—Peor que cuando hicimos el amor por primera vez. —Su sonrisa era hermosa.—A mi favor solo cumplía órdenes, tú pedías que te diera duro. —soltamos la carcajada, hablaba con su cabeza entre mi cuello—. Tenemos un par de diligencias importantes.—¿Cómo cuáles?—Bañarnos juntos, extraño pasarte el jabón por tu cuerpo, desayunar, e ir al cementerio, —me alejé para mirarlo—. Quiero mirar si contigo tengo la fuerza para hablar con ellos y luego debemos ir a la boutique. —alcé mi ceja—. Pequeña, la reunión de mañana es porque nos casaremos y toda la familia después del mediodía comenzará a llegar. Toda la familia viene para nuestra boda civil, menos Guille y Naty.—Es entendible su situación.
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