GuillermoHabían pasado quince días, tenía los nervios al borde de un precipicio, en contadas horas sacarán a mi esposa del coma inducido. Había reaccionado muy bien, Eros fue su médico de cabecera, Emmanuel también pasó a su lado en contra de los médicos por su herida, lo incapacitaron por un mes, a pesar de tener esa tremenda cortada en su ante brazo, gracias a él mi mujer e hijo seguían con vida.Fui a visitar a los chicos en la cárcel donde los tenían, al menos Carlos logró que no los llevarán a la cárcel modelo, mientras llegaba el juicio se quedarán recluidos en una de las casas fiscales. Esos muchachos eran un cuento, hasta se la estaban pasando como un retiro espiritual. No creo que cambien, pero casos se han visto. En la sala de espera nos encontrábamos casi todos, menos Santos, me llamaba todos los días, se encontraba con sus hermanas, eso nos tenía a más de uno reconfortado, estaba sanando sus más fuertes heridas que ocasionaba esa personalidad indiferente, Maco hizo un gr
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