GuillermoHabían pasado quince días, tenía los nervios al borde de un precipicio, en contadas horas sacarán a mi esposa del coma inducido. Había reaccionado muy bien, Eros fue su médico de cabecera, Emmanuel también pasó a su lado en contra de los médicos por su herida, lo incapacitaron por un mes, a pesar de tener esa tremenda cortada en su ante brazo, gracias a él mi mujer e hijo seguían con vida.Fui a visitar a los chicos en la cárcel donde los tenían, al menos Carlos logró que no los llevarán a la cárcel modelo, mientras llegaba el juicio se quedarán recluidos en una de las casas fiscales. Esos muchachos eran un cuento, hasta se la estaban pasando como un retiro espiritual. No creo que cambien, pero casos se han visto. En la sala de espera nos encontrábamos casi todos, menos Santos, me llamaba todos los días, se encontraba con sus hermanas, eso nos tenía a más de uno reconfortado, estaba sanando sus más fuertes heridas que ocasionaba esa personalidad indiferente, Maco hizo un gr
NataliaMe dolía la espalda y el costado, pero desperté viva, acaricié mi vientre, estaba más grande. Cuando desperté hice fue preguntar por mi hijo, y cuando Eros y Benjamín me pidieron calmarme y escuchara, comprendí que ese sonido era el corazón de mi bebé. La puerta se abrió e ingresó mi mamá, corrió a abrazarme y besó todo mi rostro.—Mi niña, no sabes lo feliz que estamos de verte de nuevo consiente. Todos nos encontramos afuera, tu papá, tu hermano, tu cuñada y toda la familia de Guille, nos hemos estado turnando durante los quince días, pero jamás pudimos sacar a Guillermo de esta clínica. —tenía tantas ganas de verlo, pero también de tener a mamá cerca.—No me han dicho nada mamá de lo que pasó con ese desgraciado ¿y de los muchachos?—Pablo muerto, enterrado y con mis deseos de que en vez del gusano se lo coman las cucarachas y las ratas. Que Dios me perdone, pero ya se encuentra muerto esa escoria, —no dije nada—. Y los muchachos deben enfrentar un juicio penal por habernos
SantosEsperaba a que mi hermana Edith terminará de hablar con la organizadora del evento que se llevará a cabo el domingo. María Constanza piensa que no sé de su viaje y ahora mismo se encuentra en camino, Maju me contó cuando le pedí viajaran el sábado y que estuvieran desde la mañana por el almuerzo organizado con hermana a raíz de mi compromiso, pero realmente será mi boda por lo civil.Se volvieron locas, no me imagino como será el día de mi boda por la iglesia. Liliana se había encargado de llamar a todos, y los únicos que no podían venir y me dolía mucho, pero entendía las razones era Guille y Naty por obvias razones. Pero estarán por videollamada. Lo importante era casarnos ese día junto a nuestros seres queridos. Me parece mentira, pero nos casaremos, aunque, mi novia no lo sabe.Adriana no deja de consentirme, me trata como si fuera un niño de catorce años y quien iba a pensarlo que eso yo un hombre como yo, lo necesitaba, el afecto verdadero de ellas, ese que rechacé desde
María ConstanzaNo quise llegar al hotel que me había dado mi madre, me fui directo a la casa de Adriana Domínguez, eran las siete y media, ya no veía la hora de verlo, aún no aclarábamos, no le habíamos dado nombre a los que teníamos. Eso ya me tenía hasta la coronilla. Pero si era cierto que hablamos todo el día.De hecho, todos daban por hecho de que era su novia de nuevo. El edificio donde vivía su hermana mayor era muy elegante, toqué el timbre, un señor abrió la puerta. Un hombre mayor que había visto en algunas ocasiones en mi casa era el esposo de mi cuñada.—María Constanza, —me alegró mucho que supiera mi nombre—, Ya me conoces, pero fue hace mucho y tú eras una chiquilla. Soy Ciro Gómez, un placer verte como la novia de mi cuñado. —estreché la mano del amable señor.» Pasa, él salió con Edith, aún no regresan, Adriana se encuentra terminando la cena, está con la hija de una amiga. —El gesto de su parte, me dio a entender que no le tenía agrado a la compañera de su esposa. L
SantosLlegamos al hotel, donde estaríamos hasta el lunes en la madrugada, porque a esa hora salimos para Villavicencio, donde nos esperarían los Benavides, Aurelio ya arregló la habitación principal antes de viajar, mañana espero verlos. El resto de lo que le falta comprar a la hacienda lo haremos poco a poco.—¿Sabías que vendría?Cerré la puerta de nuestro cuarto, era grande la habitación, con una pequeña sala y un comedor para dos personas, encendí el aire acondicionado. Todo el hotel está reservado y mañana en la cena le pondré el anillo.—Yo sigo esperando una respuesta.—Santos ya sabes cuál es la respuesta. Te besé cuando me lo propusiste.—Quiero escucharlo.Se alejó y comenzó a desnudarse, automáticamente mi verga se fue endureciendo, esa chiquita sí que sabía engarrotarme. Comencé a imitarla. Sin dejar de mirarnos fuimos desprendiéndonos de las ropas, lamí mis labios, se me hizo agua la boca al verle los senos.—Sí, si quiero casarme contigo, quiero ser tu esposa. Y desde y
María ConstanzaAmanecí una vez más entre los brazos de mi futuro esposo. Anoche no nos detuvimos, y por causa de ese deseo insaciable me dolía el vientre y mis piernas. Acaricié los vellos de su antebrazo, me encantaba lo varonil que se le veían los brazos.—¿Ya dejaste de repararme? ¿Cómo amaneciste?—Peor que cuando hicimos el amor por primera vez. —Su sonrisa era hermosa.—A mi favor solo cumplía órdenes, tú pedías que te diera duro. —soltamos la carcajada, hablaba con su cabeza entre mi cuello—. Tenemos un par de diligencias importantes.—¿Cómo cuáles?—Bañarnos juntos, extraño pasarte el jabón por tu cuerpo, desayunar, e ir al cementerio, —me alejé para mirarlo—. Quiero mirar si contigo tengo la fuerza para hablar con ellos y luego debemos ir a la boutique. —alcé mi ceja—. Pequeña, la reunión de mañana es porque nos casaremos y toda la familia después del mediodía comenzará a llegar. Toda la familia viene para nuestra boda civil, menos Guille y Naty.—Es entendible su situación.
SantosDespués del desayuno y de la parranda improvisada que se formó en el salón alquilado, donde Alejandro fue el promotor después de la cena. Sin lugar a duda fue una noche increíble, luego nuestra celebración personal, una vez cerramos la puerta de nuestra habitación fue lo mejor del día. Nos llegó la madrugada amándonos.Sin embargo, no puede disfrutar de un rico mañanero, mis hermanas y sus tías me la robaron desde las siete de la mañana y era la hora no la había visto, cuando ya sé cuál era el vestido que iba a utilizar porque lo compramos juntos. —Me parecía mentira, jamás me vi en un futuro casado, y solo hasta hoy comprendo el daño emocional que me hizo Rocío.Me sentía tranquilo, y el insomnio día a día iba desapareciendo… Desde que llegó mi pulga dormía muy bien. —sonreí—. Acabo de confirmar que en la vida existen personas con un fin determinado, eso que tanto dice el padre Castro lo estaba viviendo con mi mujer. Ella nació para mí.En fin, tenía que arreglarme para mi bod
SantosNos habíamos quedado en la hacienda en Villavicencio. Había pasado tres meses, de hecho, María Constanza estaba contemplando la idea de regresar a Bogotá solo cuando nos entreguen la casa que actualmente estamos construyendo. Eso sí, cada ocho días viajamos a la capital, para ver los avances y para estar con nuestros suegros. Esta rutina la comenzamos a hacer desde hace un mes.Desde aquí estaba dirigiendo las empresas de la familia y mis hermanas abusaron al entregarme todo de una vez. Una para ella quedar jubiladas y la otra, que creo es la principal, era para que no me arrepintiera, por eso me entregaron todas las obligaciones. Y ya estaba tomando el ritmo. El restaurante de mi esposa también estaba en proyecto y andando.Los chicos en un par de meses tenían el juicio, los demandantes cada vez ponían más trabas y habían dilatado las audiencias, pero ya el juez decretó el juicio para dentro de dos meses. En total ya tenían casi cuatro de estar encerrados. Por lo menos nos enc