LENI El aire era denso, cargado de un silencio que, a medida que pasaban los segundos, se tornaba cada vez más insoportable. Me encontraba en el umbral de la casa, observando cómo la tensión crecía entre los dos hombres que, en un momento, habían sido parte de mi vida de maneras muy distintas: Ardian, el padre de mi hijo, y Viktor, mi hermano. La luna se ocultaba lentamente, y con él se desvanecía la calidez de la noche, dejando solo un frío que calaba hasta los huesos. —Ardian —espeté, intentando romper la atmósfera tensa con mi voz, aunque sabía que era inútil. No había vuelta atrás. Ardian se giró hacia mí; sus ojos centelleaban con una mezcla de sorpresa y furia. Era un hombre de pocas palabras, pero su mirada podía hablar por él. Viktor, al ver la reacción de Ardian, se colocó en una posición defensiva, como un perro que protege su territorio. —Leni, aléjate de él —dijo Viktor. Su voz grave resonaba en el aire como un eco de advertencia. Pero yo no podía moverme. Mis pies es
Leer más