Parado en medio del taller, inclinó la cintura al frente. Luego, rápidamente la inclinó hacia atrás, doblando el torso para ver la calle. Esperó un momento, antes de volver a ver el interior. El área estaba solitaria. Barrió la vista de un lado a otro, buscando esa figura familiar. Un tiempo después, alguien salió de la cocina. Caeli se dirigía a su habitación; pero notó una sombra por el rabillo del ojo. Volteó a ver y detuvo sus pasos. Adair introdujo el cuerpo completo, sonrió, diciendo - No tengo fósforos. Caeli mostró un gesto de entendimiento antes de regresar a la cocina. Al verlo desaparecer, Adair lo siguió. Aún caminaba con cuidado en el pasillo. Cuando llegó a la cocina, el fuego en la estufa calentaba una jarra sobre ella; Al lado contrario, Caeli tomaba una cajita de una de las gavetas del mueble. Adair se acercó, justo cuando Caeli se volteó.
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