En los últimos días, toda la atención de Alexandra había estado centrada en los negocios, Adam seguía aplazando su regreso a Nueva York, el tiempo estaba encima y por el momento era imposible que ella pudiese tomar una decisión respecto a acompañarlo. Ese día, Adam se despertó algo pensativo, las cosas se habían enfriado bastante entre ellos y sentía un distanciamiento muy fuerte, pues desde que amanecía, Alexandra salía de la casa y regresaba ya muy entrado a la noche, por lo que era muy poco lo que podían coincidir. Se había olvidado de la investigación, no siguió insistiendo con el detective que había contratado, ya que se sentía culpable de desconfiar de su pareja, consideraba que eso no era para nada leal, sobre todo después de todo lo que ella había hecho por ellos. En tanto Alexandra, como todos esos días, se levantó temprano, había terminado de vestirse y caminaba por el pasillo, pero antes de llegar a la escalera, Adam la interceptó para verla aunque fuera sólo un momento.–B
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