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Todos los capítulos de DISCULPA, el padre soy yo: Capítulo 61 - Capítulo 70
106 chapters
Capítulo sesenta
“Los mexicanos le llaman desmadre, en Colombia dicen que se armó la gorda, y aquí decimos <Le bazar>… Y yo, solo digo que el día que te levantas con el pie izquierdo, más vale rogar al ser supremo en el que creas para que las cosas se enderecen… El problema es que yo soy zurda”Awa— ¡Levántate! — Empujo a Aisha que se ha declarado la protectora de mis hijas y se la pasa metida en casa de Vico desde que me dieron la salida de la clínica. Pero la prefiero a ella que a mi suegra, así se la pase comiendo todo el día y escribiendo en su teléfono.— ¿Puedes dejar de asustarme de esa manera? Que aunque yo no estoy embarazada, me vas a sacar a tus futuros sobrinos antes de tiempo — Dice.— ¿Estás segura de que fuiste a las clases de biología? — Porque no puede haber otra excusa para lo que acaba de decir.Se escapó de todas las clases y si continúa así, pronto la tendremos aquí, embarazada o peor a
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Capítulo sesenta y uno
Vuelvo a tocar mi vientre y me inclino buscando alivio, esto duele demasiado.— ¿Estás bien? ¿Quieres que te lleve al hospital? — De repente, todo ha vuelto a la normalidad.Seguimos caminando y mi hermana sigue con su teléfono, no sé qué tanto hace.— ¿Has logrado convencer a Milo de que no hable? — No tengo la menor idea de lo que habrá respondido o si no lo ha hecho.Reviso mi bolso y mi ropa y me doy cuenta de que no tengo el teléfono ¡Lo que me faltaba!— Escríbele tú, por favor. He dejado mi teléfono en casa — Sigo buscando, pero no lo encuentro.— No tengo su número — Me quedo mirándola como si fuera culpable de toda la corrupción del mundo — ¿Qué pasa? Es solo el amante, tengo los números de los novios oficiales y esposos — La vuelvo a golpear en la cabeza y observo el camino.Viene un coche a una velocidad un poco lenta, debe conducirlo un abuelito.Levanto las manos, como si estuviera haciendo autostop, esto es ridícu
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Capítulo sesenta y dos
Cuando Milo abre la puerta de la terraza, observamos a un hombre alto y de cabello negro, acercándose hacia nosotros con una expresión de furia.— ¿Dónde está? ¿Dónde diablos tienes a mi mujer? — ¿Qué está pasando? Un fuerte dolor me embarga y me tomo el brazo de Milo con fuerza.— Madre, padre, ¿podrían resolver este problema? — Dice Milo girándose a mirar a sus padres — Tío, no tengo la menor idea de lo que hace tu mujer aquí y no me interesa saberlo — Su tío lo toma del cuello de su camiseta, Milo no hace nada para defenderse y su padre se acerca deprisa a nuestro lado.— Iker, tienes que calmarte — Le dice el padre de Milo con calma, intentando alejarlo de él.Me hago hacia un lado, porque al parecer el señor no se ha enterado de mi presencia y eso que soy una ballena embarazada de tres ballenitas.Siento un fuerte dolor en mi vientre y espalda ¡Lo siento preciosas, no volveré a llamarlas de esa manera!La discusión entre los tres hombre
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Capítulo sesenta y tres
“Dicen que tener un hijo es una de las experiencias más maravillosas del mundo y que solo puedes comprenderlo cuando lo vives… Y hacerlo por partida triple, es indescriptible, sobre todo, cuando no sabes que va a pasar en las próximas horas… ¡Aunque seas médico!” Milo— ¿Qué acaba de decir? — El padre de Awa se acerca a nosotros, ella vuelve a tener otra contracción y olvido por completo lo que debo hacer.El parto se le ha adelantado y saber que las niñas van a nacer tantas semanas antes del tiempo previsto me ha bloqueado y he olvidado todo lo que aprendí y practico todos los días en mi trabajo.— Señor, discúlpeme, pero en este momento no tengo tiempo para explicaciones — Observo cómo mis padres se han activado y mi tío, al que detesto un poco y que me odia con todas las fuerzas de sus entrañas, llega corriendo a nuestro lado con las manos recién lavadas.
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Capítulo sesenta y cuatro
Mi hermana se lleva la mano a la boca y sus ojos se humedecen ¿En serio va a llorar?— ¡Niñas! Son niñas, ¡voy a tener tres niñas! — Dice Awa deteniéndose con voz bastante exasperada.— ¡Vaya! Te esmeraste mucho hermanito y tú estás muy linda, toda… — Mi hermana abre sus brazos y manos sin encontrar el objetivo para describirla — ¡Linda! Sí, estás muy linda — Dice al final.— Gorda, lo que está es gorda, parece una ballena plagada de ballenatos — Acota Aisha acercándose a Melissandre.— ¡Aisha! — Le grita su padre.— ¡Cállense todos! — Awa me suelta la mano.— Princesa, no debes estresarte — La abrazo, sosteniéndola con fuerza, e intento llevarla hasta la habitación.— Quítame las manos de encima, tod
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Capítulo sesenta y cinco
— Listo. Ahora, tienes que pujar querida, tu primera bebé, ya viene — Mi madre me mira y sus ojos se humedecen.Mi padre se posiciona en el fondo de la habitación y observa todo el proceso mientras me muero de miedo.— Padre, son muy pequeñas, el embarazo no ha llegado a su término — Le digo.— No te preocupes, ya he llamado a la ambulancia y traen todo lo necesario — Él sabe que tengo miedo de que a alguna de las bebés no le haya madurado por completo los pulmones o que no respire.Awa grita y luego empieza a reírse, me he instalado de una manera que me permite ver cuando la primera bebé llega a este mundo. Mi madre la recibe y puedo observar lo conmovida que está.Escuchamos como llora y enseguida la deja sobre el peso de Awa.— ¡Oh, Dios mío! Qué cosita tan bonita — Dice y beso su frente.— No es una cosita, Awa — Le digo y ella empieza a reírse con fuerza.— Ya hago hasta chistes, cosita bonita, te llevo a casita — Continúa
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Capítulo sesenta y seis
 “¿Y si en lugar de seres humanos normales y corrientes, tuviésemos niños superpoderosos? Creo que a las niñas hay que educarlas para que tengan poder y se lo crean… Luego, se darán cuenta de que son seres comunes y corrientes, como los otros niños. Sin embargo, el poder, nadie podrá quitárselos”AwaObservo a mis bebés en las incubadoras, ¡son tan hermosas y pequeñas! Bueno, en realidad son muy pequeñas y arrugadas, no sé si pueda catalogarlas como hermosas, pero desde este momento, son todo mi mundo.Después de tres días en esta clínica, tengo ganas de irme para mi casa, el problema es que no sé a qué casa debería ir.Estoy indecisa, no estoy segura de volver al lugar que comparto con Vico, que técnicamente sería mi casa, o al apartamento de Milo. Soy la peor madre del mundo, ni siquiera he preparado una habitación para las niñas.— ¿Cómo vamos a llamarlas?
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Capítulo sesenta y siete
Se supone que solo puede estar una persona o dos, al ser trillizas, pero al parecer, la norma no se aplica al ser las nietas de los dueños de la clínica.— Vengo a quedarme con Bombón, es que creo que es la más dulce de todas y además tiene el brazalete rosa ¡Provoca comérsela a besos! — Dice.Milo me mira y levanta una ceja ¡Soy la peor de las madres! Hasta la despistada de mi hermana puede reconocerlas.— Ustedes pueden ir tranquilos a mostrar su nuevo hogar a Burbuja y Bellota — Me contesta concentrada en las niñas.— ¿Cómo las reconoces? — Le pregunto. Es que no puedo creérmelo.— Es fácil, Bombón es la más pequeña y no tiene mucho cabello y la madre de Milo les puso los brazaletes frente a mí — Me pego contra el vidrio para verlas mejor.— Bellota es la más grande y tiene más cabello y Burbuja tiene la misma cantidad de cabello que Bellota, pero es un poco más pequeña que ella y ligeramente más grande que Bombón — Acaba de darme un fuer
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Capítulo sesenta y ocho
Intento quedarme tranquila, no quiero discusiones, ni que se me suba la ira a la cabeza y menos cuando debo dar el seno a las niñas muy pronto.— ¿Qué estás diciendo, querida? Si esta muchacha se la pasaba metida aquí, y te aseguro que no venía a consultas ginecológicas y con tanto grito y quejido, antes estoy impresionada de que solo hubiesen sido tres — Observo como Milo cierra su mano libre en un puño, intentando contenerse, yo no sé si podré lograrlo, solo quiero salir de este ascensor.— Señora Anne, le agradezco que se guarde para usted sus comentarios personales sobre mi vida íntima — Le dice Milo, forzando un poco la salida del ascensor — Imagino que conoce el concepto de vida íntima, ¿verdad? — Sonríe intentando no perder el control.— Eres un chico muy sensible, siempre lo he dicho — ¡Qué señora tan entrometida y desagradable! — ¿Y cómo se llaman? — Pregunta la viejita chismosa, no entiendo por qué tenemos que encontrárnosla todo el tiempo.— No
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Capítulo sesenta y nueve
“Dicen que las mujeres después del parto deben descansar y dormir… No entiendo quienes lo dicen, porque si has tenido un hijo o varios, como lo he hecho yo, sabes que lo último que tienes es tiempo para dormir y descansar… Es que detesto todos los libros, programas y artículos de maternidad, es que no tienes tiempo ni de bañarte”Awa<Hola Awa, imagino que estás dormida, me han dicho que has tenido a las trillizas y debes estar agotada. Espero que la más peque vaya bien, felicidades a ti y al idiota de Leroux. Estoy que no me cambio por nadie, Julián ha pedido vacaciones y hemos decidido hacer un pequeño crucero> — Detengo el mensaje de voz¿Qué le pasa a ese idiota? Respiro profundo antes de seguir escuchando el mensaje.<Si vieras, es espectacular, Julián les envía saludos igualmente y solo quería decirte que la cava está a cargo de José ¿Te acuerdas del chico latino con el que me pillaste una
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