Se supone que solo puede estar una persona o dos, al ser trillizas, pero al parecer, la norma no se aplica al ser las nietas de los dueños de la clínica.
— Vengo a quedarme con Bombón, es que creo que es la más dulce de todas y además tiene el brazalete rosa ¡Provoca comérsela a besos! — Dice.
Milo me mira y levanta una ceja ¡Soy la peor de las madres! Hasta la despistada de mi hermana puede reconocerlas.
— Ustedes pueden ir tranquilos a mostrar su nuevo hogar a Burbuja y Bellota — Me contesta concentrada en las niñas.
— ¿Cómo las reconoces? — Le pregunto. Es que no puedo creérmelo.
— Es fácil, Bombón es la más pequeña y no tiene mucho cabello y la madre de Milo les puso los brazaletes frente a mí — Me pego contra el vidrio para verlas mejor.
— Bellota es la más grande y tiene más cabello y Burbuja tiene la misma cantidad de cabello que Bellota, pero es un poco más pequeña que ella y ligeramente más grande que Bombón — Acaba de darme un fuer
Intento quedarme tranquila, no quiero discusiones, ni que se me suba la ira a la cabeza y menos cuando debo dar el seno a las niñas muy pronto.— ¿Qué estás diciendo, querida? Si esta muchacha se la pasaba metida aquí, y te aseguro que no venía a consultas ginecológicas y con tanto grito y quejido, antes estoy impresionada de que solo hubiesen sido tres — Observo como Milo cierra su mano libre en un puño, intentando contenerse, yo no sé si podré lograrlo, solo quiero salir de este ascensor.— Señora Anne, le agradezco que se guarde para usted sus comentarios personales sobre mi vida íntima — Le dice Milo, forzando un poco la salida del ascensor — Imagino que conoce el concepto de vida íntima, ¿verdad? — Sonríe intentando no perder el control.— Eres un chico muy sensible, siempre lo he dicho — ¡Qué señora tan entrometida y desagradable! — ¿Y cómo se llaman? — Pregunta la viejita chismosa, no entiendo por qué tenemos que encontrárnosla todo el tiempo.— No
“Dicen que las mujeres después del parto deben descansar y dormir… No entiendo quienes lo dicen, porque si has tenido un hijo o varios, como lo he hecho yo, sabes que lo último que tienes es tiempo para dormir y descansar… Es que detesto todos los libros, programas y artículos de maternidad, es que no tienes tiempo ni de bañarte”Awa<Hola Awa, imagino que estás dormida, me han dicho que has tenido a las trillizas y debes estar agotada. Espero que la más peque vaya bien, felicidades a ti y al idiota de Leroux. Estoy que no me cambio por nadie, Julián ha pedido vacaciones y hemos decidido hacer un pequeño crucero> — Detengo el mensaje de voz¿Qué le pasa a ese idiota? Respiro profundo antes de seguir escuchando el mensaje.<Si vieras, es espectacular, Julián les envía saludos igualmente y solo quería decirte que la cava está a cargo de José ¿Te acuerdas del chico latino con el que me pillaste una
Los he interrumpido en pleno ajetreo, ¿la señora todavía hace ese tipo de cosas? ¿Mis padres tendrán sexo? Me da asco de solo pensarlo.— Awa, ¿qué pasa? — Aisha me pregunta susurrando intrigada y vuelvo a la conversación telefónica.“Discúlpalo, Awa, ¿qué decías?”— ¿Tienen servicio de registro de recién nacidos en la clínica? — Pregunto, segura, de que esta señora no va a quererme para su hijo. Punto final.“No tenemos, Milo lo sabe”Responde tan tranquila que nadie podría asegurar que hace algunos segundos estaba a punto de asfixiarse.— Es que Milo está con Bombón en la clínica — No sé qué vamos a hacer, no tenemos cita en la alcaldía.“”¿Quién es Bombón?&rdquo
“Cuando eres pequeño, tus padres te hacen acostar temprano porque dicen que entre más cansado estés, haces más travesuras y cosas estúpidas, como: golpearte, gritar, llorar, hacer crisis, etc. Ahora que soy madre, tendré que darme a mí misma el mismo consejo, porque si no duermo, voy a hacer estupideces y ahora cuenta el bienestar y la vida de tres personitas que dependen de mí… ¿Está mal si quiero salir corriendo para encerrarme en una habitación de un hotel y dormir durante días?” Awa— ¿Puedo ir a casa a recuperar sus documentos? — Pregunta Aisha y ellos responden que es posible hacerlo — ¡Dame las llaves! — Reviso en mis pantalones.Al mirar las llaves del auto, caigo en la cuenta de que no puse seguro en
— ¿Y está… está bien? — No estoy segura de lo que estoy diciendo.— Va a estarlo, lo siento princesa, pero no entendí nada de lo que me dijiste, solo lo de la policía ¿Podrías pasármelos, por favor? — Le paso el teléfono a la chica que se encuentra cerca.— ¿Qué ha pasado? — Me pregunta Aisha, quitando a la bebé de mis brazos y sacándole los gases.— Bombón tuvo una crisis respiratoria — Los ojos de Aisha se humedecen de inmediato — Pero ahora está mejor, solo que van a dejarla un poco más en el hospital.Aisha deja a la niña en su cunita y luego me abraza. Tengo ganas de llorar y de verla, pero los últimos días me la paso perdida y haciendo todas las cosas mal.— Señoras, suban al auto y sígannos — Nos dice la chica.¿Qué pudo haberles dicho Milo? ¿Nos van a llevar a una estación de policía?Activan la sirena, y todos los autos se hacen a un lado, esto es una maravilla, no tienes atascos, ni debes esperar el
— Ni de coña — Suspira Milo y me fijo en la hora; son las ocho y treinta y dos.Milo se ha estacionado y los policías se han ido, corremos a sacar a las bebés sin tomar el cochecito triple, no tenemos tiempo para eso.Las llevamos en las cunitas portátiles y cuando entramos a la alcaldía, Melissandre se encuentra con mi bolso en sus manos y la madre de Milo nos observa con cara de pocos amigos.— ¿En serio, Milo? — No me saluda, empieza a caminar por el lugar, como poseída.— Los padres de Vico ya han entrado, tenían la primera cita, que mi madre logró cambiar para ustedes, pero como no llegaban, los han hecho pasar a ellos — ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!Todo esto es un desastre y de verdad soy la peor madre del mundo.— Pensé en hacerme pasar por ti, pero como vez, no me he bronceado lo suficiente y no tengo el certificado de nacimiento del hospital, no estaba en tu bolso.— ¿Cómo que no lo tienes? — Me pregunta Milo y yo l
“Mi mamá es una persona que tiene muchos dichos y frases, aunque en teoría debería ser mi padre el que los dijera, ella piensa que de esa forma puede hacernos reflexionar, y, hasta hoy, no había querido prestar atención a muchos de ellos ¿Qué sucede cuando haces una tormenta en un vaso de agua?... ¡Simple! ¡No eres capaz de elegir el nombre de tus hijas!”AwaLa madre de Milo se aleja hablando por teléfono, mientras la funcionaria se sienta y se encuentra presta a imprimir el acta que le pidió su compañera. De inmediato mis ojos se llenan de lágrimas.El teléfono de la funcionaria empieza a sonar, ella lo ignora y sigue en lo suyo, pero vuelve a sonar, obligándola a detenerse y contestar.— ¿Aló? — Su expresión cambia de inmediato, mientras la madre de Milo vuelve y la mira con tanta fijeza, que da miedo — Sí, señor… Lo siento, señor… Con mucho gusto, señor — De un momento a otro y con la cara pálida, ar
— ¿No tienen el tercer nombre? — Pregunta la metiche de la funcionaria.— Acaban de improvisar los dos primeros — Le responde con mucha amabilidad Melissandre.— Eso no es cierto, he reflexionado mucho sobre los nombres — Responde Milo como si fuese un niño pequeño peleándose con su hermana mayor ¿En serio?— Pues lo has hecho tú solo, querido — Le reprocho, porque hasta ahora no me había mencionado estos nombres.Pienso en uno para mi pequeña, no puede ser tan difícil ¿Verdad?¡Si lo es! Es muy complicado, porque alguien podría hacerles Bullying con sus nombres, hacerles bromas, reírse de ella y no quiero equivocarme.Ya mi pobre bebé ha sufrido mucho en sus cortas horas de vida metida en un hospital en la compañía de Aisha, que debe estar torturándola en este momento con sus susurros y canciones. Eso es algo exagerado ¡Lo sé!— Isla — Digo de un momento a otro.— ¿Cómo? — Me preguntas todos.— Se llamará, Isla —