POV DE AMELIACecilia me miró como si me estuviera analizando en busca de algo. No confiaba en mí, pero fingía hacerlo. Magnos la puso para vigilarme. Debo tener cuidado con lo que digo cerca de ella.—¿Quieres conocernos? ¿Por qué ese interés repentino? —preguntó Cecilia con desconfianza.—Quiero saber más sobre el lugar donde me quedaré por tiempo indefinido. Porque estoy segura de que tu hermano no me dejará volver a mi casa. ¿Cierto? —pregunté.—Sí, Magnos nunca te dejará ir con sus cachorros en tu vientre —dijo ella, venerando a su hermano.No me gusta cuando esta gente dice que mis bebés son de ese ogro. Soy la madre, debería tener un mínimo de reconocimiento. Al fin y al cabo, soy yo quien los está gestando, pasando por cambios en el cuerpo, sintiendo náuseas, mareos, hambre anormal, ni quiero imaginar los antojos que vendrán, estoy ganando peso, mis hormonas me están volviendo loca, siempre tengo sueño y todavía tendré que pasar por los dolores del parto. Algo que ningún h
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