La furgoneta llegó a una antigua propiedad que lucía más bien como un castillo, y fuimos llevadas dentro por el idiota que me había abofeteado.Lo seguimos en silencio, aunque por la forma en que Linda caminaba, sabía que se desmayaría pronto, tenía la esperanza de que nos llevaran a nuestras celdas pronto para que pudiera descansar.El lugar era frío, viejo y oscuro, pero tenía un aire de lujo y riqueza, lucia antiguo, pero bien conservado. Sabía que el Alfa Oscuro venía de una familia rica y de mucha tradición, pero al estar en este lugar, pensé que no podría adivinar cuán antigua era.Nos llevaron a una habitación y nos pidieron que esperáramos allí de pie. Unos minutos más tarde, un tipo alto, de piel embarnecida y oscurecida por el sol, cabello castaño y ojos grises entró. Era musculoso y llevaba una camisa negra que se ajustaba perfectamente al contorno de sus grandes músculos, tenía el cabello largo recogido en una cola y su barba era espesa, pero no ocultaba sus labios rosados
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