Todos los capítulos de Mi Hermanastro Mi Tentación: Capítulo 51 - Capítulo 60
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Capítulo 51 —Friendzone
Capítulo 51 —FriendzoneGinebra:Descendiendo del auto, apenas este se detuvo a las afueras del desfile, coloqué mi mejor sonrisa tratando de lucir cómoda cuando no lo estaba, y siendo abordada por la prensa amarillista, tratamos de evadirla de cualquier manera—¿Señorita LeBlanc, el señor Robledo, es su nueva conquista?—¿Desde cuándo son novios?—¿Piensa usted, señor Robledo, dejar industrias Sinclair para trabajar junto a su novia?Ignorando todo esto, logramos ingresar al fin al lugar, y siendo recibidos por Oliver, quien fue el primero en acercarse, este agregó contento al ver que todo estaba saliendo según lo planeado.—Permítanme felicitarlos, han hecho un magnífico trabajo.Asintiendo tanto Robledo como yo, agradecimos el cumplido, y recorriendo el lugar con mi vista, contemplé la enorme pasarela en el centro, la cual se hallaba iluminada, y rodeada por una exquisita decoración que me encantó.—En vista de que no iniciaremos aún, vamos a nuestros lugares para esperar.Dirigién
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Capítulo 52 —Otro Jordan
Capítulo 52 —Otro Jordan Jordan:Al llegar al desfile, me aseguré de mantener la compostura, aunque mis ojos se dirigieron inmediatamente hacia Ginebra. Estaba conversando animadamente con Fernando, y en un par de ocasiones, él le corrió el cabello del rostro con una familiaridad que me hizo hervir la sangre. Me mantuve alejado durante todo el evento, observando desde la distancia mientras trataba de ignorar el creciente malestar en mi pecho. Ginebra esperaba que yo llegara con compañía, pero había decidido venir solo. No quería darle el placer de verme acompañado solo para aparentar. Al final del desfile, decidí que era el momento de enfrentarla. Me acerqué a ella y a Fernando, intentando mantener un tono casual.—Buenas noches, Fernando, Ginebra —dije, inclinando la cabeza ligeramente.Ambos me devolvieron el saludo. Fernando parecía relajado, mientras que Ginebra tenía una expresión imperturbable, casi desafiante—Jordan —me respondió él.—Ginebra, necesito hablar contigo —dije, s
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Capítulo 53 —Sobre mi cama
Capítulo 53 —Sobre mi cama Jordan:Y allí estaba, nuevamente, en una habitación, con ella desnuda sobre la cama, a punto de hacerla mía una vez más. Su respiración era errática y no dejaba de mirarme. Sus labios entreabiertos me dejaban ver la punta de su lengua. Yo estaba excitado, como nunca en mi vida lo había estado. Sabía que tenía que mantener el control, pero estaba a punto de perderlo. Nada de esto fue planeado y yo, en casa, no tenía muchos juguetes con los que jugar, como me gustaba. Así que tendría que improvisar. Miré cómo su cuerpo temblaba y su respiración se agitaba.—Tranquila, mi amor, tú déjate llevar —le dije mientras le pasaba el dedo por sus labios — Ahora cierra los ojos y no los abras hasta que te diga.Llené un vaso con agua y le puse mucho hielo, como para que se enfriara lo suficiente. Me quité la ropa y me subí a la cama. Hice que abriera sus piernas y me arrodillé allí. Metí mis dedos en el agua helada y comencé a dejar caer gotas por su cuerpo. Era tal la
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Capítulo 54  —Siempre hay un después
Capítulo 54 —Siempre hay un después Jordan: La he visto correrse varias veces ya, pero nunca lo hizo como esta vez, creo que me lucí. Pero esa mujer, ¡sí que lo disfrutó! Cuando su cuerpo al fin se calmó, separé mis labios de su intimidad y me dirigí hacia su boca para estamparle un beso, el cual fue correspondido. Al separarnos, ambos sonreímos. Le corrí con mi mano el cabello de su rostro, pues, lo tenía pegado a la cara, por la transpiración y liberé sus manos de la atadura. Le besé las muñecas, mientras nos mirábamos directamente a los ojos.—¿Te encuentras bien? —¡Mier*da, Jordan, me encuentro de maravilla!—Me pone muy feliz que lo hayas disfrutado.—Creo… —comenzó su discurso mientras se masajeaba las muñecas —que ya no puedo posponerlo más y tenemos que hablar.—Ahora no, necesito una ducha —me tiré de la cama y me metí en el baño.Había tenido el encuentro sex*ual más satisfactorio de mi vida y no lo iba a arruinar con una conversación profunda con Ginebra, así que ella t
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Capítulo 55 —Me retiró
Capítulo 55 —Me retiró Ginebra:Sintiéndome un poco más tranquila al saber que Jordan accedió a mantener lo nuestro en secreto por el momento, disfruté de nuestro desayuno juntos, uno que sé que preparó él con sus propias manos.—Me pondré algo decente para llevarte a tu casa, solo dame unos minutos.Colocándose de pie, Jordán camino a su closet, y empezando a buscar ropa en su interior, con la mejor intención de acompañarme, y haciendo lo mismo para abrazarlo por la espalda, agregué—Creo que por ahora lo más sensato es llegar sola, recuerda que acordamos mantener esto discretamente. Si mi madre ve tu auto, empezará a preguntar, y no sabría qué decirle.Expliqué besando su nuca, y notando como su piel se erizaba, sonreí antes de que se girara sobre sus pies, y acunara mi rostro—Solo porque me lo pides de esa manera, aceptaré… Gin, tú no te imaginas cómo me siento a tu lado.Me besó de manera intensa y demandante, y como una verdadera estúpida volví a sonreír, mientras mi pulso se a
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Capítulo 56 —Nueva conquista
Capítulo 56 —Nueva conquistaGinebra:Al otro día, con la mortificación agitando mi ser, apenas amaneció me marché a la empresa, y siendo recibida, escuché—Buen día, señorita LeBlancSiguiéndome de cerca, Marcela, mientras caminaba al elevador, inició la lectura del itinerario del día, y deteniendo mi andar un tanto ansiosa, le pedí.—Marcela, llámame Ginebra… Tenemos mucho tiempo trabajando juntas, y creo que las formalidades deben quedar a un lado. ¿Entendido? —La chica, un poco asustadiza, solo agitó su cabeza. Creo que, un poco desconcertada por mi repentino actuar, e interrumpiéndola de nuevo, le pregunté —Otra cosa ¿Robledo ya llegó?La pregunta era un tanto absurda, al tratarse de él, Robledo era un verdadero fanático al trabajo, era el primero en llegar, y el último en marcharse, por lo que era de esperarse que ya se hallara en el edificio. Finalizando parte de los pendientes de la mañana, terminé de revisar un par de informes contables, y decidiendo llevárselo por mi propia
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Capítulo 57 —No es justo
Capítulo 57 —No es justoGinebra:Permaneciendo de la misma forma aferrada a su cuerpo, con mi rostro metido en su pecho; Jordán pregunto al ver que no me separaba de él.—Gin ¿Sucede algo? —Y es que no podía hacerlo sintiéndome entre la espada, y la pared —Gin, me empiezas a preocuparTomándome de los hombros, él se separó levemente para mirarme a la cara, y bajando mi vista, exhalé parte de mi aire, antes de tirar de su mano, y tomar asiento en uno de los sofás en mi oficina.—No lo estoy, Jordan. Está sucediendo algo que me tiene preocupada —Mirándolo a los ojos, dije temerosa. Lo menos que deseaba era otro malentendido entre nosotros, por lo que era mejor que supiera lo que estaba sucediendo de mí, y no de alguien más. Dejándose ver un poco descolocado por mi respuesta, él tomó mis manos con delicadeza, y depositando un casto beso en una de ellas, me hizo saber que podía confiar en él —Mi madre piensa que tengo un romance con Robledo… Que la noche que salimos del desfile me fui co
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Capítulo 58 —Un amante furtivo 
Capítulo 58 —Un amante furtivo Jordan:Por fin se habían aclarado las cosas con Ginebra, eso era algo que me hacía sentir muy aliviado. Sin embargo, había algo más que tenía que resolver. Cuando vi a Robledo irse a toda marcha, supe que debía hablar con él en algún momento. Nuestra relación tenía que ser un secreto; ahora que él sabía la verdad, era momento de enfrentar las consecuencias. Y Ginebra, contándome los planes de nuestros padres para emparejarla con él, tenía que hacer algo, pero con prudencia, no podía estropear lo que apenas estaba comenzando. Por lo que fui a las oficinas LeBlanc y llegué hasta su oficina, donde lo encontré trabajando en su escritorio. Toqué suavemente la puerta antes de entrar.—Fernando, ¿tienes un minuto? —pregunté, intentando mantener un tono casual.Él levantó la vista, con una expresión que mezclaba sorpresa y curiosidad.—Adelante, Jordan, claro que sí, para ti, si no lo tengo, me lo hago —dijo, dejando de lado sus documentos.Me acerqué y me sen
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Capítulo 59 —El hombre ideal
Capítulo 59 —El hombre idealJordan:Al separarnos, me bajé del capot y le extendí la mano.—Ven, quiero llevarte a un sitio —al ver el brillo en sus ojos, supe que estaba malinterpretando mis palabras —es un lugar que amo, que nunca he llevado a nadie y realmente quiero ir contigo.Asintió con la cabeza, tomó mi mano, y se dejó llevar hasta el coche. Lo puse en marcha y llegamos a la cabaña, después de una corta y tranquila conducción bajo el cielo estrellado. La cabaña estaba aislada, rodeada por la serenidad de la naturaleza nocturna. Tomé la mano de Ginebra mientras la guiaba hacia la puerta, sintiendo la electricidad de la anticipación en el aire.—Es hermosa, Jordan —dijo Ginebra con una sonrisa que iluminaba más que las luces del camino.—Me alegra que te guste, pertenecía a mi abuelo y veníamos de chicos aquí —respondí, apretando suavemente su mano. Abrí la puerta y la cálida luz de la chimenea encendida nos recibió. Había pasado horas preparando todo; velas distribuidas estra
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Capítulo 60 —Mi vida… un caos
Capítulo 60 —Mi vida… un caosJordan: Aunque tenía muy en claro de que ella se iba a negar a fugarse conmigo, no por eso dolió menos, pues albergaba una mínima esperanza de estar equivocado. Pero eso no sucedió. Así que tendría que aprender aceptar que, tal vez, a mí me interesaba más Ginebra de lo que le interesaba a ella, porque de haber sido la proposición al revés, yo no hubiera dudado ni un segundo en aceptar, hacer las maletas y coger el avión. Pero no podía culparla, ella tenía su vida estructurada, a diferencia de la mía.—Así que a ti te gusta el otro Jordan… —sonreí, mientras mi cabeza se llenaba de ideas lujuriosas para poner en práctica —espérame aquí, enseguida vuelvo —Ella no decía nada Solo me miraba con atención, así que me puse los pantalones y fui hasta el coche. Yo siempre tenía algún juguete guardado, pero esta vez en particular, tenía el que le hice usar la noche del casamiento de su amiga —mira a quién te traje… —le dije al volver y mostrarle el vibrador.—¡No t
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