Capítulo 54 —Siempre hay un después Jordan: La he visto correrse varias veces ya, pero nunca lo hizo como esta vez, creo que me lucí. Pero esa mujer, ¡sí que lo disfrutó! Cuando su cuerpo al fin se calmó, separé mis labios de su intimidad y me dirigí hacia su boca para estamparle un beso, el cual fue correspondido. Al separarnos, ambos sonreímos. Le corrí con mi mano el cabello de su rostro, pues, lo tenía pegado a la cara, por la transpiración y liberé sus manos de la atadura. Le besé las muñecas, mientras nos mirábamos directamente a los ojos.—¿Te encuentras bien? —¡Mier*da, Jordan, me encuentro de maravilla!—Me pone muy feliz que lo hayas disfrutado.—Creo… —comenzó su discurso mientras se masajeaba las muñecas —que ya no puedo posponerlo más y tenemos que hablar.—Ahora no, necesito una ducha —me tiré de la cama y me metí en el baño.Había tenido el encuentro sex*ual más satisfactorio de mi vida y no lo iba a arruinar con una conversación profunda con Ginebra, así que ella t
Capítulo 55 —Me retiró Ginebra:Sintiéndome un poco más tranquila al saber que Jordan accedió a mantener lo nuestro en secreto por el momento, disfruté de nuestro desayuno juntos, uno que sé que preparó él con sus propias manos.—Me pondré algo decente para llevarte a tu casa, solo dame unos minutos.Colocándose de pie, Jordán camino a su closet, y empezando a buscar ropa en su interior, con la mejor intención de acompañarme, y haciendo lo mismo para abrazarlo por la espalda, agregué—Creo que por ahora lo más sensato es llegar sola, recuerda que acordamos mantener esto discretamente. Si mi madre ve tu auto, empezará a preguntar, y no sabría qué decirle.Expliqué besando su nuca, y notando como su piel se erizaba, sonreí antes de que se girara sobre sus pies, y acunara mi rostro—Solo porque me lo pides de esa manera, aceptaré… Gin, tú no te imaginas cómo me siento a tu lado.Me besó de manera intensa y demandante, y como una verdadera estúpida volví a sonreír, mientras mi pulso se a
Capítulo 56 —Nueva conquistaGinebra:Al otro día, con la mortificación agitando mi ser, apenas amaneció me marché a la empresa, y siendo recibida, escuché—Buen día, señorita LeBlancSiguiéndome de cerca, Marcela, mientras caminaba al elevador, inició la lectura del itinerario del día, y deteniendo mi andar un tanto ansiosa, le pedí.—Marcela, llámame Ginebra… Tenemos mucho tiempo trabajando juntas, y creo que las formalidades deben quedar a un lado. ¿Entendido? —La chica, un poco asustadiza, solo agitó su cabeza. Creo que, un poco desconcertada por mi repentino actuar, e interrumpiéndola de nuevo, le pregunté —Otra cosa ¿Robledo ya llegó?La pregunta era un tanto absurda, al tratarse de él, Robledo era un verdadero fanático al trabajo, era el primero en llegar, y el último en marcharse, por lo que era de esperarse que ya se hallara en el edificio. Finalizando parte de los pendientes de la mañana, terminé de revisar un par de informes contables, y decidiendo llevárselo por mi propia
Capítulo 57 —No es justoGinebra:Permaneciendo de la misma forma aferrada a su cuerpo, con mi rostro metido en su pecho; Jordán pregunto al ver que no me separaba de él.—Gin ¿Sucede algo? —Y es que no podía hacerlo sintiéndome entre la espada, y la pared —Gin, me empiezas a preocuparTomándome de los hombros, él se separó levemente para mirarme a la cara, y bajando mi vista, exhalé parte de mi aire, antes de tirar de su mano, y tomar asiento en uno de los sofás en mi oficina.—No lo estoy, Jordan. Está sucediendo algo que me tiene preocupada —Mirándolo a los ojos, dije temerosa. Lo menos que deseaba era otro malentendido entre nosotros, por lo que era mejor que supiera lo que estaba sucediendo de mí, y no de alguien más. Dejándose ver un poco descolocado por mi respuesta, él tomó mis manos con delicadeza, y depositando un casto beso en una de ellas, me hizo saber que podía confiar en él —Mi madre piensa que tengo un romance con Robledo… Que la noche que salimos del desfile me fui co
Capítulo 58 —Un amante furtivo Jordan:Por fin se habían aclarado las cosas con Ginebra, eso era algo que me hacía sentir muy aliviado. Sin embargo, había algo más que tenía que resolver. Cuando vi a Robledo irse a toda marcha, supe que debía hablar con él en algún momento. Nuestra relación tenía que ser un secreto; ahora que él sabía la verdad, era momento de enfrentar las consecuencias. Y Ginebra, contándome los planes de nuestros padres para emparejarla con él, tenía que hacer algo, pero con prudencia, no podía estropear lo que apenas estaba comenzando. Por lo que fui a las oficinas LeBlanc y llegué hasta su oficina, donde lo encontré trabajando en su escritorio. Toqué suavemente la puerta antes de entrar.—Fernando, ¿tienes un minuto? —pregunté, intentando mantener un tono casual.Él levantó la vista, con una expresión que mezclaba sorpresa y curiosidad.—Adelante, Jordan, claro que sí, para ti, si no lo tengo, me lo hago —dijo, dejando de lado sus documentos.Me acerqué y me sen
Capítulo 59 —El hombre idealJordan:Al separarnos, me bajé del capot y le extendí la mano.—Ven, quiero llevarte a un sitio —al ver el brillo en sus ojos, supe que estaba malinterpretando mis palabras —es un lugar que amo, que nunca he llevado a nadie y realmente quiero ir contigo.Asintió con la cabeza, tomó mi mano, y se dejó llevar hasta el coche. Lo puse en marcha y llegamos a la cabaña, después de una corta y tranquila conducción bajo el cielo estrellado. La cabaña estaba aislada, rodeada por la serenidad de la naturaleza nocturna. Tomé la mano de Ginebra mientras la guiaba hacia la puerta, sintiendo la electricidad de la anticipación en el aire.—Es hermosa, Jordan —dijo Ginebra con una sonrisa que iluminaba más que las luces del camino.—Me alegra que te guste, pertenecía a mi abuelo y veníamos de chicos aquí —respondí, apretando suavemente su mano. Abrí la puerta y la cálida luz de la chimenea encendida nos recibió. Había pasado horas preparando todo; velas distribuidas estra
Capítulo 60 —Mi vida… un caosJordan: Aunque tenía muy en claro de que ella se iba a negar a fugarse conmigo, no por eso dolió menos, pues albergaba una mínima esperanza de estar equivocado. Pero eso no sucedió. Así que tendría que aprender aceptar que, tal vez, a mí me interesaba más Ginebra de lo que le interesaba a ella, porque de haber sido la proposición al revés, yo no hubiera dudado ni un segundo en aceptar, hacer las maletas y coger el avión. Pero no podía culparla, ella tenía su vida estructurada, a diferencia de la mía.—Así que a ti te gusta el otro Jordan… —sonreí, mientras mi cabeza se llenaba de ideas lujuriosas para poner en práctica —espérame aquí, enseguida vuelvo —Ella no decía nada Solo me miraba con atención, así que me puse los pantalones y fui hasta el coche. Yo siempre tenía algún juguete guardado, pero esta vez en particular, tenía el que le hice usar la noche del casamiento de su amiga —mira a quién te traje… —le dije al volver y mostrarle el vibrador.—¡No t
Capítulo 61 —No todo se trata de miJordan:Casi nunca discutía con Eli, pero ese día lo hicimos y de una manera bastante fuerte. Quedé sumamente enojado con la situación, más allá, que no fue una sorpresa para mí. Por lo que decidí ir a hablar con mi amigo respecto a eso. Llegué a la casa de Patricio lleno de enojo. Sabía que estaba aquí, como siempre, disfrutando de su vida sin preocupaciones, viviendo del dinero de sus padres. Apenas golpeé la puerta, él la abrió con una sonrisa despreocupada que rápidamente se desvaneció al ver mi expresión.—Jordan, ¿qué pasa? —preguntó, notando inmediatamente que algo no estaba bien.—Necesitamos hablar, Patricio —dije con un tono que dejaba claro que no estaba de humor para rodeos.Entré sin esperar una invitación y me dirigí a la sala. Patricio cerró la puerta y me siguió, todavía con esa actitud despreocupada que siempre parecía tener.—¿De qué quieres hablar? —dijo mientras se dejaba caer en el sofá, como si nada en el mundo pudiera afectarl