Leticia bajó instintiva la mirada y, en su interior, hizo una firme promesa: nadie podría arrebatarle al padre de su hijo.Después de finalizar la llamada con Leticia, Delfina se dirigió a pagar la cuenta, pero el personal del mostrador le informó que Marina ya la había saldado....Al llegar a casa, se encontró justo con su esposo, que, a pesar de su ocupado día, ya estaba allí. Javier, sorprendido al notar la apariencia de Delfina, deslumbrante con collares, aretes y un maquillaje impactante, dejó su taza de café a un lado.—¿A qué evento fuiste hoy? —preguntó, intrigado.Delfina se sentó a su lado y, sin intención alguna de ocultarle nada, le relató la conversación que había tenido con Marina. Sin embargo, apenas terminó de hablar, Javier la interrumpió, visiblemente molesto.—¡Esto es una locura! ¿Por qué no me lo dijiste antes?—¿Por qué me gritas? —replicó Delfina, mirándolo con total indignación.—¿Sabes quién es el novio de la señorita Marina? Es Diego —respondió Javier, bajand
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