Todos los capítulos de LA BRUJA MALDITA DESTINADA AL REY ALFA OLVIDADO: Capítulo 61 - Capítulo 70
83 chapters
Capítulo 61
Marie apoyó su mano derecha temblorosa en el pómulo de la puerta. Sus dedos apenas respondían, mientras su corazón latía con fuerza en su pecho. El miedo la invadía; no sabía cómo reaccionaría frente a Odín. En ocasiones, había fantaseado con este momento, con enfrentarse al hombre que le había destrozado el corazón desde la primera vez que lo vio. Pero imaginarlo era una cosa, y enfrentarlo, otra muy distinta. Después un suspiro largo y profundo, empujó la puerta.Ahí estaba él, sentado, con la mirada clavada en la entrada, esperándola. Un escalofrío le recorrió el cuerpo de pies a cabeza. Apretó las manos en un intento de darse valor y, con decisión, cerró la puerta detrás de ella.—Hasta que te dignas aparecer —la voz de Odin era áspera y cortante.Marie lo miró frunciendo el ceño, intentando mantener la calma que se desmoronaba en su interior.—Tú, tan arrogante como siempre —respondió, con voz fría—. Aquí estoy. Si vas a rechazarme, hazlo ya. No le demos más vueltas a esto. Si de
Leer más
Capítulo 62
Ariadne se sentaba en la banca, con las manos entrelazadas sobre su regazo, mientras sus ojos se perdían en la escena frente a ella. Gedeón jugaba con su cachorro, Eiden blandía una espada de madera con entusiasmo desbordante, moviéndose con la agilidad de un próximo héroe. Imaginaba ser un valiente caballero, enfrentándose a un gigantesco monstruo del pantano. Corría de un lado a otro, su risa cristalina llenaba el aire, calándose hondo en el corazón de Ariadne, arrancándole una sonrisa melancólica.—Me rindo, el pequeño caballero me ha vencido —proclamó el gigante, dejándose caer al suelo con una exagerada expresión de derrota, mientras soltaba un gruñido teatral de dolor.El eco de la risa de Eiden resonaba en el corazón de Gedeón como una melodía de amor. Era uno de los primeros momentos de paz que estaba disfrutando desde el final de la guerra.Por un breve instante, las miradas de Aradne y Gedeón se cruzaron. Desde la distancia, él le sonrió con dulzura, una sonrisa cargada de a
Leer más
Capítulo 63
Trysa avanzaba hacia la ciudad de Drea. A medida que su grupo se acercaba, notó que los aldeanos la miraban con temor. Uno a uno, se refugiaban en sus casas, cerrando puertas y ventanas con apuros, como si el solo hecho de verla pudiera desatar su ira contra ellos. Frunció el ceño al darse cuenta de que este lugar era el único que se mantenía civilizado, y no por casualidad. Aquí, estaba el reinado de Kate.Los hombres de su manada Amanecer la estaban esperando y la guiaron a hacia la mansión real. Al llegar, Trysa desmontó su caballo, seguida por sus amigos, quienes caminaron a su lado, atentos a cada movimiento a su alrededor.—¿Dónde está Pedro? Llévame con él —exigió con voz firme.Uno de los guardias de su manada se acercó para responder.—Está en el salón principal, reunido con algunos alfas. Desde que llegamos a esta mansión, pocas cosas ha podido hacer el alfa Pedro. Los buitres de estas tierras ya se están disputando el poder. Dicen que el rey Gedeón debe presentarse cuando d
Leer más
Capítulo 64
Uno de los alfa, lleno de furia y miedo, gritó a los guerreros.—¡Ataquen!Los siete lobos restantes se lanzaron con fiereza contra Rocco, pero uno tras otro, el lobo gris los derribaba con brutalidad. Mientras Rocco se enfrentaba a las bestias, Trysa enfocó su atención en los hombres que avanzaban hacia ella con espadas en mano. Con un simple gesto de manos, lanzó una onda de energía que los empujó hacia la pared.El lobo con magia, con una sonrisa maliciosa en su rostro, conjuró una enorme bola de energía que chisporroteaba con una luz siniestra. Sin pensarlo dos veces, la lanzó directamente hacia Trysa. Ella estaba distraída, esquivando los ataques de otros alfas y no vio venir el ataque.Rocco, siempre vigilándola, notó el peligro antes que ella. Con un rugido feroz, se lanzó hacia Trysa, poniéndose entre ella y la bola de energía. El impacto fue devastador. La explosión sacudió la sala y Rocco fue lanzado al suelo soltando un lamentó desgarrador. Su cuerpo, se retorcía de dolor,
Leer más
Capítulo 65
Trysa con cuidado ayudo a Ramsés a levantarse. Todavía no estaba del todo estable, y su mano descansaba pesadamente sobre el cuello de ella, mientras trysa lo rodeaba por la cintura.—Salgamos de aquí —murmuró él, con una sonrisa lasciva en sus labios—. Necesito un baño relajante... y poseer a mi diosa —un gruñido de satisfacción acompañó sus palabras.Trysa levantó la vista y se encontró con los ojos relajados de Ramsés, lo que la hizo soltar un largo suspiro. Lo que acababa de vivir era algo completamente nuevo para ella. Si así la habían recibido los alfas de algunas manadas, ¿qué más le esperaría de ahora en adelante?Mientras caminaba junto a Ramsés, se dio cuenta de que nada volvería a ser igual. El juego de poder, las alianzas y los desafíos que antes eran desconocidos ahora formaban parte de su realidad diaria. Desde ahora tendría que luchar para mantener el equilibrio que tantos dependían de ella.—Hay algo que me preocupa en estos momentos —respondió ella mientras salían de
Leer más
Capítulo 66
Aradne y su hijo se mudaron a la imponente mansión real. Los sirvientes, que habían soportado los despiadados caprichos de Mara durante tanto tiempo, observaban en silencio los cambios en la mansión, incapaces de ocultar la mezcla de miedo y cautela que dominaban sus corazones, pero también había una chispa de curiosidad que no podían ignorar por saber cómo será la luna del imperio.Los sirvientes cuando vieron a Cleo hablar con la señora de la mansión con familiaridad, el desconcierto los invadió, sembrando esperanza en sus corazones. ¿Era posible que esta nueva etapa no fuera tan aterradora como antes? Los sirvientes intercambiaron miradas fugaces, sintiendo que, tal vez, la nueva patrona no sea tan mala con ellos.Cleo, tomaría el control del personal, ya que era la única persona en quien Aradne confiaba plenamente. Mientras tanto, Gloria no perdía de vista a su nieto, como siempre lo había hecho en la manada.Después de organizar su estadía, Aradne, cansada por la mudanza, se dirig
Leer más
Capítulo 67
Odín avanzaba a través del umbral de su manada, bajo un cielo teñido de púrpura al atardecer. El pueblo, al enterarse del regreso victorioso de su rey, estalló en aplausos, gritos y silbidos que resonaban por el lugar. Los ojos de los aldeanos brillaban con orgullo al ver a su rey regresar sano y salvo de la batalla, aunque muchos no podían apartar la mirada de la mujer que lo acompañaba.Odín, imponente, esbozaba una leve sonrisa mientras saludaba a su pueblo con un gesto de la mano. Sin embargo, sus ojos vagaban entre miradas a Marie, que ahora estaría a su lado para ocupar el lugar más importante en su vida.Al llegar a las puertas de su mansión, Odin desmontó su caballo y se acercó a Marie para ayudarla a bajar. La escena fue observada con atención por los miembros del consejo que esperaban al pie de las escalinatas de la mansión. Los lobos intercambiaban miradas tensas, con la curiosidad de saber quién es esa loba.—Es un orgullo que el rey haya regresado victorioso de la batalla
Leer más
Capítulo 68
Marie se encontraba en su habitación, mirando por la ventana cuando una de las empleadas le notificó que sus padres la esperaban en la sala. El mensaje la atravesó como una punzada de dolor en el corazón y sus labios se torcieron en una mueca de disgusto.Mientras descendía de las escaleras, su corazón latía a un ritmo acelerado, pero su rostro permanecía inmutable. Al llegar al salón, una voz familiar, afilada como un cuchillo, llamó su atención.—¡Miren nada más a quién tenemos aquí! —La voz de su tía se alzó como un látigo—. La hija ingrata que, desde que llego a esta mansión, no se ha dignado a visitar a sus padres.La amargura en las palabras de esa mujer le recordó que han pasado tantos años y nada ha cambiado desde que se marchó. Seguía siendo la misma persona maliciosa de siempre. Marie apretó los puños y respiró hondo antes de responder, obligándose a mantener la compostura.—Ustedes no son mis padres —escupió con frialdad, evitando la mirada de su tía y dirigiéndola a su pa
Leer más
Capítulo 69
Esa tarde, Marie se dirigió al campo de entrenamiento, necesitaba liberar tensiones. Al llegar, sus ojos se posaron en dos guerreros enfrascados en un intenso combate. Sin pensarlo mucho, se aproximó y les propuso entrenar juntos. Sin mediar más palabras, las espadas comenzaron a resonar en perfecta sincronía.Mientras tanto, Moida llegó a la mansión con una cesta de comida en la mano. Preguntó por su prima, y uno de los sirvientes le indicó dónde se encontraba, se dirigió al campo. Al llegar, se detuvo al ver a Marie, vestida con pantalones, sudorosa y rodeada por dos hombres. Frunció el ceño, esbozando una clara mueca de asco.—Me parece imprudente que nuestra luna esté sola con dos hombres. ¿Crees que al rey le agrade saber que estás aquí con estos guerreros? —clamó su prima con desagrado.Marie la miró sin darle importancia y continuó hasta derrotar a los guerreros. Luego les sonrió.—Buen trabajo, muchachos. Son bastante hábiles; me dieron una buena pelea —dijo Marie, aun recuper
Leer más
Capítulo 70
Esa noche, Odín al cruzar el umbral de la mansión, sintió un aire denso. Dio unos pasos hacia el interior cuando Susana apareció corriendo hacia él, con el rostro pálido y las manos temblorosas.—Majestad —murmuró con la voz quebrada—. Nuestra luna está enferma. Después de merendar con su hermana, se desmayó en su habitación.Por un instante, esas palabras recorrían su mente, que se rehusaba a aceptar lo que había oído. Su cuerpo se tensó y sus puños se cerraron con fuerza, y el suelo bajo sus pies pareció tambalearse.—¿Qué has dicho? —gruñó, con voz grave y amenazante como el trueno antes de la tormenta—. ¿Por qué demonios no me avisaron antes?Su mirada se encendió con una ira descontrolada mientras avanzaba un paso hacia Susana.Ella apenas era capaz de sostener su mirada, retrocedió tambaleante, sus labios trataban de moviéndose, pero sin que palabras coherentes salieran. El terror la consumía, incapaz de encontrar las palabras correctas.—Habla de una vez ¡Voy a cortar cabezas en
Leer más