Todos los capítulos de ADICTA A ASUS BESOS: Capítulo 71 - Capítulo 80
93 chapters
71. NEUTRALIZANDO A YOSHUA
—Si algo le llega a pasar a mi hermana, te aseguro que no volverás a dormir tranquilo en lo que te resta de vida, Alexander.Me mantengo serio ante la evidente preocupación que muestra Yoshua por su hermana. Es bien sabido que ella es la única familia que le queda, así que la sobreprotege y a la pobre chica no le queda de otra más que escapar cada vez que puede para disfrutar un poco de la vida.—Por el momento no tienes que preocuparte por ella, está en muy buenas manos. Además, evidentemente lo está disfrutando; no está ahí en contra de su voluntad, aún —mis palabras dejan un claro mensaje que capta el hombre.—¿Qué es lo que quieres? —escupe con odio.—¿En qué consiste el trato que tenías con Roberto y qué tienen que ver los William con esto? Si tenían un trato con Roberto, ¿por qué salió lastimado en el atentado? —ante su silencio, decido presionar un poco más—. Vamos, Yoshua, no me obligues a enviar esta imagen a las redes sociales, y los dos sabemos que recuperarse de algo como
Leer más
72. APOYAR A NOAH Y BUSCAR UN NUEVO PLAN
Estoy de pie frente a la habitación del abuelo. Van a ser las once de la noche, pero, pese a ello, la luz se filtra bajo su puerta, haciéndome suponer que está despierto. Golpeo tres veces y, unos segundos después, escucho un carraspeo, indicándome que necesitaba aclarar la voz antes de preguntar finalmente:—¿Quién es?—Alexander, ¿puedo pasar?—Pasa.Su voz se siente algo tambaleante. Confirmo en parte las palabras de Isabella al contarme que el abuelo estaba muy afectado por la situación de Noah. Me siento en el borde de la cama y ahora también puedo confirmar la congoja en su semblante.—Supongo que Isabella te contó sobre Noah.—Sí, lo hizo, pero solo porque está preocupada por ti —aclaro.—Lo sé, es buena chica.—¿Qué es exactamente lo que está pasando con Noah? ¿Por qué no puedes ir a verlo?—El único que puede ir por el momento es Sebastián. No estoy seguro de que se alegre al verme; posiblemente lo único que logre sea hacerlo sentir peor.La historia que me cuenta el abuelo n
Leer más
73. LIBERANDO TENSIÓN
Según le entendí a Alexander, Sebastián dejará unos temas listos en la oficina, al igual que "aquello otro", para poder ir a apoyar a Noah. De verdad me habría gustado ir a ayudar, pues aunque no lo conozco, es imposible que una desgracia tan grande como esa no toque mi corazón, más aún cuando está afectando también a mi nueva familia, a personas que amo.El abuelo está más tranquilo aparentemente, pero estoy segura de que es una fachada.—Claro que es una fachada —dice Cloe cuando hablamos en la oficina—. Entre más envejece una persona, más sentimental se vuelve. Al menos eso fue lo que pasó con mis abuelos, es como si poco a poco volvieran a tomar la personalidad de niños.Yo no recuerdo a mis abuelos, así que no tengo punto de comparación. Tal vez le pregunte a Sophia sobre eso, puede que ella sí los recuerde.—Me ofrezco para ir a cuidar a la bebé —dice Cloe con ojos soñadores.—No puedes, eres nueva en el trabajo. No puedes pedir permiso o vacaciones, mientras que Sophie sí. Adem
Leer más
74. DEBERLE UN FAVOR A RICHARD BROWN
Isabella duerme profundamente, así que, según mi nueva rutina, me escabuyo de la cama y termino en el patio con un cigarrillo entre los dedos. Hoy no tengo ganas de fumarlo, pero sí quiero tenerlo entre los dedos y observar cómo sube el humo.Sebastián se ocupó de Roberto y le sacó datos muy interesantes. No puedo evitar sentir algo de pesar por él, pues, una vez que decidió traicionarme, su destino quedó marcado. Nunca tuvo una oportunidad real en el camino que él quería; ni Yoshua ni los William lo consideraron un socio permanente. Él solo fue una ficha, y Sebastián se encargó de dejárselo bien claro.Estoy haciendo todo lo posible por ser visible en ese tipo de actividades. Sebastián dice que eso es importante para ganarme el respeto de los hombres. Rememoro una de nuestras conversaciones:—Necesitas crear imagen y que ellos no te vean temblar la mano —me dijo hace unos días—. Ahora que me puedo encargar de tu seguridad, todo será más fácil.—¿Alguna vez sospechaste de Roberto? —me
Leer más
75. LA MENTALIDAD DE ANTONY WILLIAMS
Ha sido difícil para mi tío Ronald entretener al abuelo, pero afortunadamente, al entrar la videollamada de mi tío Liam, el papá de Noah, por fin puedo quedar solo. Ya es hora de partir para la reunión, así que le he recomendado especialmente a Isabella que cuide del abuelo, pues no podré retornar con ellos a casa.La cita fue acordada en el Club A Steakhouse. Llego de primeras pero con poco tiempo de antelación. El chico llegó tarde, muy tarde a la reunión, y no ofreció justificación alguna, dejándome eso un mensaje muy claro: no me debe consideración alguna, él se cree el jefe. De ninguna forma eso puede ser un buen inicio, pero aún así, sigo adelante con lo que tengo en mente.Antony Williams es un chico de veintitrés años, delgado y con ademanes muy cuidados. Lo mire por donde lo mire, es evidente que pertenece a la élite de la ciudad, lo delata su ropa fina, pero sobre todo la mirada de suficiencia ante la cual todos parecemos seres inferiores.—Supongo que tienes algo que ver co
Leer más
76. RESPUESTA OFICIAL DE LOS WILLIAMS
Despierto con el pulso algo acelerado y el cuerpo caliente. Aún tengo somnolencia, y eso me dificulta comprender el motivo por el cual he dejado escapar un jadeo y me siento tan bien de repente.—Isabella.Su nombre escapa de mis labios a la vez que levanto la sábana para descubrirla atendiéndome de manera muy diligente. Yo acabo de despertar, pero, por lo que puedo apreciar, mi amigo ahí abajo lleva un rato ya bien despierto y dispuesto.—Alexander —contesta ella, poniendo cara de inocente y retirando su camisón.¿Dónde quedó la mujer inocente a quien yo sorprendía? ¿Ahora me hace asaltos sexuales a la madrugada? Sonrío ante ese pensamiento y me encanta. Gatea sobre mí y me besa de forma tan sensual que me deja con ganas de más cuando se aleja. Se acomoda sobre mí y, sin dejarme ingresar, inicia un vaivén lento que genera una deliciosa fricción entre nuestros sexos, casi hasta el punto de ser tortura.Tomo con firmeza su cadera y la obligo a quedarse quieta por un momento para contro
Leer más
77. CERRANDO TRATOS CON EL DIABLO
Ocho días, o quizás menos, antes de que empecemos a sentir las represalias de los Williams. Retrocedo y me inclino hacia un lado, esquivando el golpe que mi compañero de prácticas intenta asestarme. Un golpe suyo debe ser muy doloroso a juzgar por su corpulencia, pero, para mi buena fortuna, no es muy hábil. Así que me da tiempo suficiente para golpear su costado, haciendo que se doble, e inmediatamente le tiro un golpe de gancho. No me interesa realmente lastimarlo, solo necesitaba quemar energía y empezar a retomar viejos hábitos. Esta es una actividad que no puedo compartir con Isabella; se escandalizaría si supiera de esto y tendríamos una discusión sobre la gravedad de mis lesiones. Ya estoy bien, lo suficientemente bien, no necesito que un médico me lo diga. —Estás motivado —dice mi entrenador—. ¿Un día pesado en la oficina? Me quito el protector bucal y los guantes. —Algo así, pero independien
Leer más
78. CAPTURADA LA REINA
—Ya he hablado con el abuelo para que venga. Richard ha puesto nuevamente a disposición su jet para traerlo. Mañana desconectarán a Mía. Esa noticia la estábamos esperando desde hacía dos días y, aunque es un alivio saber que el abuelo estará lejos del alcance de los Williams, no me agrada el mensaje de fondo que me está dando con esto Sebastián. —¿Eso quiere decir que aceptaste el trato con Richard? —¿Qué otra opción tenía? Debemos reconocer que el trato es bueno para nuestra familia. Además, si los planes que tiene Richard se concretan, no tendremos de qué preocuparnos mientras él esté en el poder. Tengo su palabra. En el fondo sé que eso es verdad, pero no me agrada saber que Sebastián vuelve a sacrificarse por todos. Dos años s
Leer más
79. PRISIONERA
He sido una tonta. ¿Qué tanto me costaba tomar el celular y llamar a Alexander para corroborarlo? Nada. Aquella mujer simplemente me dijo que había habido un atentado en una de las fábricas y que Alexander, para evitar problemas, me quería en un lugar más seguro, uno en el cual estuviera menos expuesta, con menos gente. Todo sonó tan lógico cuando ella lo dijo que, aunque aparentemente todos eran empleados, era muy difícil identificar a un infiltrado a simple vista. La mujer se veía profesional y seria, así que nunca dudé de su palabra, ni siquiera cuando me direccionó a otro sótano diferente del parqueo que normalmente usamos con Alexander. —Llamaré a mi escolta —dije en ese momento. —No será necesario. El señor no quiere que ellas estén ahí; no conf&
Leer más
80. ESCOLTAS MUERTAS
Ante la mirada atónita de todos los que me observan, tomo a la pequeña rubia firmemente por los hombros mientras la increpo con fuerza. —¿Hace cuánto? La chica está asustada, lo veo en su rostro, pero no tengo tiempo de calmarla. Sé que no es su culpa, pero en este momento ella no puede importarme menos. —Por favor, Cloe. Necesito una respuesta —exijo, tratando de modular mi voz, aunque sin éxito. —Quince minutos, quizás un poco más —responde por fin. La suelto inmediatamente y busco mi celular para marcar desesperadamente una y otra vez el número de Isabella, pero está apagado. Paso una mano por mi cabello repetidamente, como si eso me ayudara a pensar. "Quince o veinte minutos, eso es mucho tiempo, ya debieron haberla sacado del edificio", grita mi mente. 
Leer más