Zahid se encontraba en su habitación y miraba a su madre con juicio, aquella mujer apartó su mirada y se movió un tanto nerviosa.—No pienso seguir discutiendo contigo, iré a buscar a Kenna y por tu bien espero que ella no se encuentre molesta porque si es así me voy a enfadar y mucho.Zahid salió del cuarto, su brazo se encontraba con un cabestrillo y vestía una bata de hospital. Se encontró con una enfermera y le preguntó por la sala de cuidados intensivos.—Siga derecho, ahí encontrará la entrada.Zahid llegó a la sala de cuidados intensivos y preguntó por la habitación de Selim, cuando llegó al cuarto y abrió la puerta miró a la pareja, pero ellos no se dieron cuenta de esto.—Por favor, Kenna. Dime que nunca me dejaste de amar, por favor, dime que me sigues queriendo como el primer día.Kenna miró a Selim y ante sus ojos vio el rostro de Zahid, ella deslizó su mano sobre la piel de este hombre y le sonrió con gran dulzura.—Te amo, nunca te dejé de amar, ni un solo minuto, ni un
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