Todos los capítulos de Prometo amarte. Solo hasta que tenga que decirte adiós : Capítulo 91 - Capítulo 100
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Un doloroso adiós…
Pasaba del medio día, cuando el sacerdote llego para oficiar una misa, la cantidad de personas reunidas era minúscula, esto prácticamente era para poder darle un último adiós a Alberto Priego de manera digna. Después de la misa, el cuerpo saldría acompañado por Caterina y Leonardo al lugar donde seria cremado, Guadalupe había sido convencida de no insistir en ir, ella debía guardar reposo.La misa transcurrió sin problemas, Guadalupe estaba sentada y Pietro sostenía su mano, ella temblaba y su rostro estaba lleno de lágrimas. Le dolían los ojos, sentía que ya no tenia nada mas que llorar, pero el nudo en su pecho le impedía dejar de hacerlo.Massimo agarraba la mano de la abuela, aunque este no se atrevió a decirle nada, intuía perfectamente que ella no debía estarlo pasando bien. Su dolor era silencioso, de vez en vez se le escapaba una lagrima, pero trataba de mantener el mismo semblante fuerte de siempre.Al termino de la misa, Guadalupe se levanto y muy despacio camino hacia el fér
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Una dolorosa realidad
Horas más tarde, Caterina, su hijo y nieto regresaban a casa con la urna y las cenizas del abuelo Alberto. Caterina la sostenía como si de eso dependiera su vida, no veía la ahora de llegar a casa y poder llorar tranquilamente en su recamara, sentía que la vida había sido muy injusta, le estaba jugando una mala pasada, su matrimonio no había terminado de la mejor manera, años más tarde pudo conocer a quien pudo haber sido su esposo, se enamoró de él y ahora le había tocado verlo perecer.- ¡Hijos míos! Necesito ir a descansar, han sido unos largos y cansados días. Si gustan cenar, avísenle a Leopoldo. – Dijo la abuela mientras caminaba hacia su habitación.- Madre ¿Te encuentras bien? – Dijo Leopoldo al ver cómo ser marchaba.- Padre… - Dijo Massimo tomándole el hombro y haciéndole señas negando con la cabeza.Leonardo entendió esto y no pregunto nada más, ambos fueron a la sala, Leopoldo no tardó en llegar, les llevaba café.- Señores Pellegrini, disculpen ¿Van a querer cenar? – Pregu
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Ansiedad
Marco Barzinni acababa de instalarse en una de las playas de Cancún, Federico había buscado una casa ubicada en el boulevard Pok-ta-pok en Cancún. El lugar tenía una agradable vista al mar y también un fuerte dispositivo de seguridad.Era una enorme casa para un hombre tan solo, su llegada a la zona no pasó desapercibida, algunos residentes de la zona residencial, quienes les llamo la atención la rapidez y el hermetismo con el que la mudanza se llevó acabo. Suponían podría tratarse de algun famoso que había comprado la casa, pero todo terminaba en meras suposiciones.- Federico ¿Cómo vamos con la mudanza? No me gusta tener tanto personal en la casa, por favor, ve que apresuren todo y puedan marcharse rápidamente. – Dijo Marco mientras veía hacia la ventana.Marco Barzinni, después del atentado había quedado psicológicamente lastimado, no le gustaba estar ante demasiadas personas, evitaba en gran medida los grupos grandes de personas, aunque trataba de mezclarse, solo si era realmente n
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Regresar a casa
Mientras Marco se enteraba que el Alberto Priego había fallecido, Caterina caminaba hacia su habitación con la urna que sostenía las cenizas de aquel que fuera su ultimo amor. Pietro estaba recostado en la cama, acariciando el cabello de Guadalupe, había visto que eso le permitió relajarse y por fin dormir, por lo que no quiso moverse ni un centímetro.Finalmente, ambos sucumbieron ante el sueño y pudieron descansar. La abuela Caterina entro a su habitación y coloco la urna en la mesita de noche, se recostó y dejo que un silencioso llanto fluyera.A la mañana siguiente, Guadalupe despertó al sentir la vibración del teléfono, Pietro estaba profundamente dormido y su móvil estaba en la cama, por lo que sin pensar contesto.- ¿Pietro?- Ho… Hola, no soy Guadalupe, Pietro está dormido, pero deja le despierto.- No, no yo le regreso la llamada más tarde ¡Gracias!Pietro al sentir movimiento, comenzó a despertar, aun llevaba el traje puesto, solo se había retirado la corbata y desabotonado u
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Boda en puerta
Massimo llego a Lazio e inmediatamente fue a ver a Alessia, sabia que no sería fácil lidiar con su ira, pero no esperaba encontrar a una mujer en ropa holgada, con ojos y nariz roja. Cuando vio el vientre hinchado de la chica, se sintió el ser mas miserable, ella era la futura madre de su hijo, había pasado por el momento mas critico en su embarazo sola y ahora, nuevamente se encontraba así, sola.- Alessia… - Dijo el hombre abriendo la puerta y estrujándola en sus brazos.- ¡Vete! ¡Déjame! ¡Mi bebe y yo no te necesitamos! – Dijo la chica mientras era abrazada por Massimo.- ¡Lamento mucho no regresar contigo! ¡De verdad lo lamento! ¡Prometo no volver a dejarte! ¡Por favor, ya no llores! – Dijo Massimo con culpa.- Massimo, se que no nos quieres, si estás aquí es por compromiso. Este bebe no merece una familia así, ¡Yo puedo criarle sola, no necesitamos de ti! – Dijo Alessia dejando salir lo que en mucho tiempo se había guardado.- ¡Alessia no es lo que tu piensas! Yo realmente quiero
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El tiempo no se detiene. Parte 1
--- Gaeta---Pietro y Guadalupe regresaron a casa, ella aun estaba delicada, por lo que este había dado indicaciones de que debían apoyarle en todo lo humanamente posible, tan pronto llegaran a casa. Angostina le había preparado una exquisita comida, la futura mamá debía mantenerse bien alimentada y hoy mas que nunca se sentía con la obligación de cuidar de la señora Pellegrini y su bebé.- Señor, señora… Lamento mucho lo ocurrido, terminen de llegar a casa, en un momento les llevare la cena a la recamara. Señora, procure no hacer esfuerzos y todo lo que necesite, usted solo pídalo, haremos lo posible para apoyarle.- ¡Gracias Angostina! De verdad ¡Muchas gracias por el apoyo…! – Dijo Guadalupe mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, sus manos cargaban la urna con las cenizas de su abuelo.- ¡No señora! No más lágrimas, el bebé lo va a resentir y esta muy pequeño para soportar tanto dolor. Tome un baño, relájese, ya está en casa y aquí nada malo puede suceder. Deme la urna, es muy p
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El tiempo no se detiene. Parte 2
--- La Toscana ---Pronto habían pasado ya dos meses desde la muerte de Alberto, aunque le había costado trabajo al Agente Conti, este había logrado encontrar información relacionada con el arresto de Alberto Priego.- Señora Caterina ¿Podemos vernos? Tengo algo que creo que le va a interesar. Una parte se la he enviado a su correo, pero es imperativo que la vea.- Agente Conti, dígame donde le puedo ver y ahí estaré.- Nos vemos en el…- ¿Agente Conti? ¿Sigue ahí?Después de esa abrupta llamada, no volvió a recibir otra información del agente, este había desaparecido del mapa y los archivos que le envió por correo, no le dejaban claro a Caterina que era lo que había descubierto.--- Lazio ---En una semana seria la boda del año, Massimo Pellegrini y Alessia Amato se unirían en santo matrimonio en la Catedral de Milán. La boda se celebraría entre lo más alto, la crema y nata de la sociedad asistiría al evento.Las revistas de sociales no paraban de sacar artículos sobre la unión de est
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He vuelto…
En el Aeropuerto de Fiumicino en Roma en un hangar privado, una hermosa mujer de cabello largo y rubio descendía de un avión. Delante de ella iba un atractivo y elegante hombre, el rostro del este era perfilado y atractivo, una ligera barba cubría parte de él, sus ojos estaban cubiertos por unas gafas oscuras de aviador, este hombre de un metro noventa y tantos poseía un aura altiva e imponente.Al bajar del avión, volteo y le regalo una gran sonrisa a la chica que iba descendiendo detrás de él. Ella llevaba un hermoso vestido color beige y unas zapatillas a juego, en sus manos llevaba un sombrero Borsalino y unas enormes gafas Chanel. Al bajar del avión, está se coloco el sombrero y cubrió sus ojos con esas enormes gafas que llevaba en las manos, luego de ello, él tomo su mano y comenzaron a caminar juntos hacia la aduana.Aquella pareja iba discretamente custodiada por al menos una docena de guardaespaldas, él caminaba elegante y seguro. Las miradas de una que otra mujer se posaban e
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Mi querido amigo y gran amor…
Luego de media hora de camino, una camioneta custodiada por otras dos, llego a la entrada del Cementerio Flaminio. De esta descendió aquella pareja, que recién acababa de llegar después de un largo, muy largo tiempo fuera de Italia.El caballero tomo la mano de la chica y la ayudo a bajar de la camioneta, uno de sus guardaespaldas les dio el ramo y procedió a acompañarlos a una distancia apropiada. Necesitaban privacidad, pero también necesitaban seguridad, por lo que los guardaespaldas les seguían desde varios frentes.- ¡Vamos, mi amada Valeria! Según lo que me dijo Federico, debe ser por este pasillo. – Dijo el caballero señalando uno de los tantos pasillos del cementerio.- Vamos… - Dijo la chica apretando con una mano el ramo de peonias y con la otra tomándole la mano a su amado esposo.Luego de algunos pasillos, encontraron el columbario en donde se encontraba la placa con el nombre completo, fecha de nacimiento y fecha de fallecimiento de aquel amado amigo. Adicional, el esposo
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Bienvenida a casa
Luego de que Valeria estuviera unos minutos frente al lugar donde descansaban las cenizas de Pietro. Marco Barzinni tuvo que pedirle que se fueran, era obvio que los Pellegrini se darían cuenta de que alguien había ido a visitarle.- ¡Mi amada Valeria! Debemos irnos, es un poco peligroso estar aquí. – Dijo Marco viendo al equipo de seguridad hacerle señas.Uno de los tantos hombres que le cuidaban las espaldas a Marco, le había hecho señas de que alguien estaba merodeando por ahí. Razón bastante fuerte para solicitarles retirarse de ahí oportunamente.- Valeria mi vida, ya habrá tiempo para venir nuevamente, por ahora debemos marcharnos.- ¡Entiendo! ¡Gracias por permitirme venir a verle! ¡Ahora puedo estar más tranquila!Valeria y Marco abandonaron el lugar antes de que cualquier persona allegada a los Pellegrini o Amato pudiera reaccionar.Después de unos 20 minutos en auto, finalmente Valeria y Marco llegaron a Parioli, la camioneta se detuvo frente a una enorme casa color blanco, c
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