Bennett.Mientras el auto se va desplazando, coloco el chaleco táctico que ajusto, abrocho las fundas de las armas en la pierna, la cintura y preparo los cartuchos que guardo en mi cinturón.Escucho atentamente a Adam que me pone al tanto de lo que ha pasado recientemente, durante las horas que pasé en esa sala de interrogatorios. El ataque al ministro posiblemente sea punto clave para resolver este enredo, algo me dice que es una puerta que no puedo desaprovechar, porque tal vez sea la última oportunidad y las opciones se agotan. Lo que me preguntaron meses atrás ahora toma mayor fuerza. No estoy dispuesto a quedarme en el bando perdedor. Cada vez más pruebas de que del bueno se aprovechan y del malo se quejan. Todos se iban por la benevolencia que dejaba ver el ministro, pero juzgaban a su hija por ser la que se oponía a actuar bajo su autoridad, ahora ambas están muertas y el tipo huyendo, aunque siguen queriendo que regrese. Quizá las asesinó él mismo, pero nadie se atreve a pe
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