Llegó el día, Ariana estaba lista para mudarse a su nueva casa, pero eso no era lo que le importaba, ella vería a su niño, podría abrazarlo y darle todo el amor que no le había dado en meses. Se sentía morir, la depresión la estaba matando, pero cuando recibió esa llamada de Vidar la vida volvió a tener color para ella, el saber que le permitirán estar cerca del niño es lo mejor que le ha pasado desde que ellos llegaron. Para Eir las cosas no son emocionantes, el saber que ya se llegó la hora de tener a esa mujer cerca no es para nada de su agrado, pero ver a su hijo siendo tan feliz y que le agradezca con tanto amor la hace soportar. ―Bueno, yo me llevaré a estas travesuras de paseo. ―Jessi tomó la mano de cada niño. ―Despídanse de mamá. ―¿Por qué nos tomas de la mano si deseas que nos despidamos? ―Jessi carcajeó, Radiv no deja pasar una. ―Lo siento, no lo pensé. ―¿Por qué sigues sin soltarnos? ―Esta vez fue Vidar Jr., quien no lo entendió. ―Dejen de jugar con el nerviosismo d
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