―Vamos, no huyas, mimada. ―Vidar tiró de su mujer. ―Hoy nada ni nadie te salvará. ―Eir enarcó una ceja. ―Apolo llegó muy temprano para irse con los niños y Jessi, así que estamos solo nosotros. ―¿De verdad hiciste que nuestros amigos se fueran con los niños? ―Trató de apartarlo, pero su esposo no estaba dispuesto. ―Hoy es su cumpleaños, Jessi debería estar aquí ayudándome. ―Vidar le mordió el cuello. ―Sabes que tienes ayuda de sobra, mi madre está aquí. ―Eir rio, su marido está desnudándola como si estuviera loco del deseo. ―Sí, solo hay que rogar que no mate a nadie. ―Dijo refiriéndose a Ariana, aparte de ellos nadie tolera a Ariana, le han hecho ver su suerte y únicamente por Vidar Jr. se han abstenido a hacer algo realmente malo en contra de la mujer. ―Dioses. ―Gimió al estremecerse por esa caricia que su esposo le dio a lo largo de su silueta. ―Amor. ―Lo miró a los ojos, ella no puede jamás controlarse cuando se trata de él. ―¿Qué sucede, nena? ―Le soltó el pezón. ―¿Alguna pet
Ariana lo miró inmóvil, realmente confusa por encontrárselo ahí, la urbanización en la que vive ahora es realmente exclusiva y no se lo imaginó con la posición social como para encontrárselo y menos justo ahí. ―Tú… ―No pudo decir más, la voz le falló, su corazón se ha vuelto realmente loco y su loba está inquieta por la presencia del hombre, su olor es casi embriagante para ella. ―Nunca había dejado a una mujer tan perpleja como para quitarle la habilidad de hablar. ―Bromeó. ―¿Debo sentirme orgulloso o temeroso? ―Ariana se dio una bofetada mental. ―¿Qué estás haciendo aquí? ―Frunció el ceño. ―Bueno, es donde vivo. ―Miró a su alrededor y agrandó la sonrisa. ―Es solo que el día que llegué me accidenté y después de salir del hospital decidí quedarme con mi hermano, pero aquí estoy. ―Ladeó la cabeza. ―¿Tú vives aquí? ―Eh… s… sí. ―Respondió torpemente. ―Mi casa es esa de ahí. ―Le señaló a sus espaldas. ―Vaya, somos vecinos entonces. ―Se emocionó. ―No puedo creerlo, pensé que no te ve
―Por favor, está pendiente al móvil, sabes que siempre puede faltar algo y… ―¡¿Más?! ―Vidar casi gritó. ―Dios mío, estos niños están teniendo la mejor fiesta del mundo, ¿Cómo es eso? ―Besó la cabeza de su mujer. ―¿Quién es el humano? ―Preguntó mirando el auto. ―Lo siento, ya lo presento. ―Ariana lo llamó. ―Nos conocimos en el hospital. ―Le explicó. ―Sí, reconozco su olor. ―Aceptó Vidar. ―Nos cruzamos con él el día que despertaste. ―Eir frunció el ceño, realmente no lo recuerda. ―Philip, ellos son Eir, Vidar y Kora, la madre de este último. ―Philip con una sonrisa encantadora los saludó. ―Es un placer conocer a más personas. ―Aseguró. ―Creí que Múnich me trataría mal, pero resulta que solo me accidente al llegar. ―Bromeó haciéndolos reír. ―Qué chico más encantador… ―Bueno. ―Eir cortó a su suegra, sabe que dirá algo realmente hiriente para Ariana. ―Es hora de ponernos manos a la obra, los niños llegarán a las dieciséis horas y hay que tenerlo todo para entonces. ―Los despidió. ―Ph
―¿Cómo puede ser esto posible? ―Vidar miró a su beta. ―Otra muerte en menos de una semana, ¡¿Qué carajos está pasando en este lugar?! ¡Una persona murió en el cumpleaños de mis hijos y no hay indicios de quien y por qué pasó eso!―Esto está demasiado de raro. ―Bufó. ―Deberíamos ir con los locales, después de todo, matamos a muchos de sus hombres, puede que estén tomando venganza. ―Vidar resopló. ―Son conocidos por hacer pactos con brujas, quizás un hechizo.―¡Papá! ―Vidar Jr. entró corriendo. ―Radiv quiere golpearme, ¡Ayúdame!―Niños. ―Eir entró corriendo. ―Lo siento, cielo, son rápidos. ―Se disculpó con su esposo. ―Vamos, niños, no molesten a papá, está ocupado. ―Ambos salieron corriendo y chillando. ―Saldré con ellos, así no los molestará. ―Le dio un beso en la mejilla a su esposo. ―No trabajen hasta tarde. ―Les sonrió para después marcharse.―¿Cuándo piensas contarle la verdad? ―Apolo miró a su amigo con desaprobación. ―No podrás tenerla en la ignorancia todo el tipo. Que un lobo m
Vidar y Apolo cruzaron mirada, ¿No eran los únicos que estaban siendo atacados? ¿Qué magnitud tenía ese problema? ¿Quién estaba como tan loco para meterse con hombres lobos? ¿Acaso son los de su misma especie? ―Han matado a dos personas allegadas a mi familia. ―Explicó Vidar. ―Una en el cumpleaños de mis hijos y otro al salir de trabajar en mi empresa, ni una ni la otra fue descubierta hasta muchas horas después. ―Resopló. ―Las muertes han sido tan perfectas que no hay rastros ni a quien culpar. ―Nunca había pasado algo como esto. ―El alfa bufó. ―Matando hombres lobos como si fueran inofensivas hormigas. ―Negó. ―Me gustaría mucho ayudarlos, pero nosotros tampoco sabemos con qué o quienes estamos tratando. ―Frunció el ceño. ―A primera estancia consideramos un posible virus, pero no es así, ni siquiera sabemos el tipo de veneno que están usando en sus cuchillas. ―Quien sea que está detrás de esto. ―Apolo llamó la atención. ―Sabe exactamente cuál es nuestra debilidad y en donde darnos
Los niños corrieron del coche directo a la casa, Ariana quien se había marchado con Jessi sonrió al verlos tan llenos de energía, es demasiado emocionante para ella ver a su niño tan feliz y aunque le duele que algún día tendrá que marcharse, le da felicidad que él estará bien. ―Dejen de correr, por favor. ―Pidió yendo tras ellos, se han desviado. ―Niños, vuelvan aquí. ―Dios santo. ―Jessi resopló. ―Jamás había visto a unos niños tan llenos de energía como esos. ―Salió corriendo para ayudar a Ariana. ―¡Niños, vengan aquí! ―Ellos no obedecieron, corrieron hasta el patio trasero y casi al borde del bosque se detuvieron en seco. ―¿Qué haces ahí? ―Ariana también se detuvo y Jessi más atrás, ¿Qué estaba haciendo ahí? ―Nada. ―Les sonrió. ―Escuché algo, pero al parecer estoy quedando loquita. ―Eir abrazó a sus hijos. ―Les he dicho que no deben alejarse ni siquiera porque me sientan a mí. ―Queríamos verte. ―Vidar Jr. la abrazó una vez ella se puso a su altura. ―¿Ya nos vamos a ver al doct
Vidar miró a su mujer, él solo podía seguirla con la mirada porque de acercarse ella saltaba como una gata salvaje. Sabía que ocultarle las cosas a su luna tendrían su consecuencia, pero no tenía ni idea de cuan tan grandes serían. Lo intenta, él se esfuerza por hablar con su mujer y pedirle perdón por mantenerla en la ignorancia, pero ella simplemente pasa de todo él. Ahora no solo debe estar preocupado por las cosas que están pasando, sino que tiene la mente ocupada y a su lobo a punto de perder el control por el rechazo de su luna, eso lo dificulta todo. La muerte del doctor fue exactamente como las demás, un solo orificio en su corazón y su sangre envenenada. Lo único que han podido descifrar es que el veneno alcanza la sangre y les da una muerte realmente dolorosa y efectiva. ―Mimada, por favor. ―Vidar resopló. ―No podemos estar peleando, no cuando hay una amenaza ahí afuera, ¿Podemos hablar, por favor? ―Le suplicó con la mirada. ―Me ocultaste lo que estaba pasando, Vidar. ―L
―Él solo cuida de mí. ―Dijo con voz seca, disimulando lo mucho que le afecta verlo de esa manera. ―Por favor, suéltame, debo hacer cosas. ―Intentó soltarse, pero Philips no se dio por vencido. ―¿Por qué estás así conmigo? ―Se llevó la mano libre a la cabeza y peinó su cabello. ―¿Por qué es que me castigas de esta manera? ¡¿Qué caraj0s he hecho para que huyas de mí?! ―¡Todo empezó cuando llegaste tú! ―Gritó confesando lo que pasaba. ―Todas esas muertes de las personas que nos rodean, todos esos misterios y la manera en la que saben como llegar a nosotros sin que nadie se dé cuenta. ―Limpió sus lágrimas. ―¡Yo te confié nuestro secreto! ―Lo miró con desconfianza. ―Y siento que te has aprovechado de todo, Philips, eres un cazador y te has acercado a mí solo para dañar a Vidar y su familia, pero no permitiré que lo hagas. ―Se negó a ser la culpable de más sufrimientos para ellos. ―Hoy mismo le digo mis sospechas a Vidar. ―Philips solo la miraba atónito, con el corazón furioso y sus pulmon