―Podremos solucionar todo, ¿Verdad? ―Eir se preocupó nuevamente. ―Mi hijo me amará, ¿Cierto? Adriana se irá de nuestras vidas en un punto y podremos ser felices sin preocuparnos. ―Así será. ―Terminó Vidar. ―Será un proceso largo dijo el psicólogo, pero podremos lograrlo. ―Eir se sintió en paz por primera vez, era eso lo que ella necesitaba, solucionar las cosas con su esposo y hablar. La cena fue estupenda, Jessi había pensado en todo, hasta una hermosa cama les había preparado para tener un momento de intimidad después de la cena. Todos los sirvientes se fueron y ellos quedaron solos, con mirada al lago, vino de calidad, fresas con chocolate y algunos bocadillos. Todo es perfecto, ambos se conectaron nuevamente y pareció que jamás habían estado separados y en desacuerdo. Rieron, lloraron, se lamentaron y fueron felices como antes de que sus vidas se tornasen realmente horrorosa. ―Vidar. ―Eir jadeó, su hombre ahora no deja de besarla, tocarla y tentarla, ella no tiene ni un poco de
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