Logan se quedó sin palabras por un momento, atrapado en la intensidad de sus ojos. Ella, a pesar de todo lo que estaba pasando, le había confesado lo que él había estado esperando desde hacía tiempo. Sin embargo, escuchar esas palabras ahora, en ese momento tan especial para ambos, durante la llegada de su hijo, lo golpeó con una fuerza inesperada.—Yo también te amo, Rachel —respondió finalmente, con la voz cargada de emoción—. Desde el primer día supe que eras diferente. Eres todo para mí.Rachel sonrió con suavidad, aunque el dolor no dejaba de aumentar. Su mano apretó con más fuerza la de Logan mientras la doctora continuaba dando indicaciones. El trabajo de parto estaba en pleno apogeo, y Logan no apartaba los ojos de su esposa, admirándola más que nunca.El reloj parecía haberse detenido, y Logan se encontró reflexionando sobre todo lo que habían tenido que pasar desde el inicio. Y, sin embargo, allí estaban, juntos, a punto de traer una nueva vida al mundo, a pesar de todo.Fin
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