El viaje no estaba en discusión, Gideon tenía una responsabilidad y debía hacerse cargo para proteger a su gente y que ningún tonto se diera a la idea de que podía atemorizarlos o quitarle el puesto.Micky inmediatamente se llevó bien con Blanca, Susan y Zarina, ellas por supuesto la hicieron parte de la familia. El pequeño Angelo estaba muy emocionado por tener una familia grande y no paraba de agradecerle a su padre por volver.―Es bueno que ella venga con el niño. ―Balto lo miró. ―Vamos amigo, no te está dejando solo, eso debe decirte mucho. ―Gideon suspiró.―Lo hace porque ni hijo le insistió, por nada más. ―Negó, él no tiene ni un tipo de esperanzas. ―Además, para mí sería mucho mejor que se quedaran aquí, lejos del peligro.―Sí, ya veo porque amenazó con patearte las bolas. ―Balto rodó los ojos. ―Eres demasiado testarudo, es tu destinada y por mucho que te niegues, su lugar es a tu lado, apoyándote y estando ahí para ti.―Lo único que hace al estar a mi lado es debilitarme. ―Gru
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