Capítulo 18. Atractivo y a la vez tan aborrecible.
Al día siguiente: En la espaciosa y elegante sala, decorada con pesadas cortinas de terciopelo y muebles de estilo victoriano, Maxwell estaba sentado disfrutando de una lectura que relajaba su mente. Sin embargo, su tranquilidad duró poco, ya que escuchó la voz chillona de Valentina, quien aún estaba debilitada por su resfriado. —Suegra, aún no me siento bien, debo recuperarme mejor —protestaba Valentina, negándose a tomar esas lecciones que para ella parecían ridículas. Maxwell, por su parte, alzó la mirada y aunque no era su intención, le fue imposible no fijarla en ella por unos segundos antes de regresarla a su libro. —Suegra, busquemos otro lugar… por favor —le solicitó Valentina a Evelyn con voz temblorosa, apartando la mirada del frío duque y mirando hacia otro lado. «Jamás he conocido a alguien tan atractivo y tan aborrecible a la vez. Me arrepiento de haber perdido mi tiempo enardeciendo a este duque malhumorado», pensó Valentina, sintiendo que el aire en ese estudio se
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