Durante el camino, David no me dijo nada, simplemente tenía su mirada fijada en la carretera, mientras yo miraba por la ventanilla, aunque no se veía casi nada ya que era de noche y el camino por donde íbamos estaba muy oscuro, hasta que por fin David paro el coche, apagó las luces bajando y rodeando el vehículo, hasta que abrió la puerta del copiloto, cogió mi mano haciendo que bajara del vehículo.— ¿Se puede saber dónde estamos? — pregunte—- En mi casa — me contestó muy enfadado—- Eso es mentira, tu no vives aquí, tienes tu casa en el centro de la ciudad, y además suelta mi brazo, me estas haciendo daño — grité—- ¿Quieres que te suelte? bien te voy a soltar pero cuando entremos en la casa,---- contestoDavid abrió la puerta de aquella casa, y cuando encendió las luces me quedé con la boca abierta, ya que los suelos era de mármol blanco, una escalera que subía al piso de arriba, siendo la cogedora de madera maciza y muy cara, los muebles de última moda y ultimo diseño. David no
Leer más