Me levanté enseguida del sofá, quedando mi rostro a milímetros del rostro de David, intentando que mis lágrimas no salieran, ya que no quería que me viera llorar— ¿Quien coño te has creído que eres? —- le dije gritando, por que ya no me importaba que mi hija y mi amiga se despertaran por mis gritos, por la desesperación que yo tenía—- Soy el padre de Cintia, me escuchastes — me dijo mirándonos los dos fijamente alos ojosMe fui hacia atrás, apartandome unos centímetros de David, con estupefacción, sabiendo que en ese comentario David tenía razón, él era el padre de mi hija y sabía que tenía tanto derecho sobre mi pequeña como yo. Respire hondamente antes de volver a enfrentarme a él, ya que sabía que si iba a malas con David, entonces sí que tenía todo perdido ya que él era multimillonario y pertenecía a una de las familias más ricas del país, mientras que yo en ese momento no tenía nada para ofrecerle a mi hija, ya que por el trabajo con el que disfrutaba, David también me lo arr
Cuando David se marchó de mi casa, me senté por un momento en el sofá, ya que estaba algo confundida por lo que me acababa de decir, casarme con David la verdad que no estaba en mis planes inmediatos, pero si con ello no perdia a mi hija, ¿que podía hacer yo?, Pues no pensar en nadie, ni en Melody mi hermanastra ni en la madre de David, pues lo que realmente más me importaba era mi pequeña hija. De pronto, estaba absorta en mis pensamientos y sentí como se sentaba mi amiga a mi lado, mirándonos las dos fijamente a los ojos.—- ¿Qué ha pasado?, ¿te ha dicho David que va a hacer? ¿no será capaz de apartar a Cintia de tu lado? — me pregunto— Se quiere llevar a mi hija, sus abogados según dice el, ya tienen preparados los documentos para pedir su custodia — le comente—- ¿Que?¿de que estas hablando Keira?¿Me estás diciendo que quiere quitarte a la niña? — me pregunto—- Si, eso mismo, — le dije rompiendo a llorar sin poder evitarlo—- No me lo puedo creer, no me esperaba eso de David, co
Esa noche no pude dormir bien, ya que no sabía cómo le iba a decir mi hija que ya no vería a su tita y a sus abuelos, porque un señor quería que viviéramos con él. Me levanté de la cama y entré en el cuarto de baño para ducharme, deje caer el agua por mi cuerpo dejando que me golpeara ya que necesitaba relajarme. Una vez que ya me duche, tape mi cuerpo con una de las toallas volviendo a mi dormitorio, me senté en la cama cuando escuche como tocaban a la puerta, viendo a mi amiga entrar en mi dormitorio—- Creía que estabas dormida — me dijo— No he podido dormir muy bien, no dejo de pensar en cómo le digo a mi hija que vamos a vivir con un hombre que ella solo lo ha visto unos minutos y que a ti ya no te volverá a ver — le dije—- No tienes que decirle nada y ademas si que hare que me vea, aunque tenga que entrar en la casa como hacen los ladrones —- me dijo riendo—- Cuando este con David, intentare hablar con él, esto no es lo que yo me esperaba y mi hija no necesita que le cambien
Cuando terminamos de despedirnos mi amiga y yo, baje en el ascensor hasta el hall del edificio, quedando boquiabierta cuando vi el la limusina de color negro que esperaba en la calle. Nos acercamos mi hija y yo al vehículo abriendo la puerta trasera, mientras miraba a mi hija con una sonrisa en sus labios. Cuando llegamos a la casa, me pude dar cuenta de lo grande que era ya que cuando fui con David era de noche y estaba todo oscuro. La casa estaba rodeada de jardines y árboles frondosos, a parte de que todo estaba vallado, fijándome en que también había una casita entre las ramas de un gran árbol. Entramos en la casa, soltandose de pronto mi hija de mi mano, corriendo por la entrada de la casa, mirando todo lo que había con una preciosa sonrisa en su carita.—- Mami, mami ¿vamos a vivi aquí? — me preguntoDe pronto, salió de una de las salas que había, una mujer mayor de pelo blanco acercándose a donde yo estaba sin dejar de mirar a mi pequeña.—- Me alegra mucho que esté en casa señ
Una vez que ya nos acomodamos mi hija y yo en la casa, Gisela se llevo a mi pequeña a la cocina ya que la mujer le dijo a mi hija que si quería ayudarla a hacer galletas y mi pequeña, saltaba de alegría, cogiéndole la mano a la mujer marchando las dos hacia la cocina, con lo cual nos quedamos David y yo a solas en mi dormitorio, ya que empecé a guardar en el ropero, las pocas pertenencias que yo tenía, pero al abrir las puertas del vestuario que había en el dormitorio me quedé sin palabras, por que y como me dijo David por teléfono, ese vestidor sí que estaba repleto de ropa de mi talla, Habian vestidos y conjuntos tanto de vestir como de gala, con unos impresionantes y preciosos zapatos de una marca muy cara y de diseño. Abrí los cajones que había, fijándome en que la lencería que había en esos cajones era toda de seda y también de diseño.—- ¿Te gusta todo lo que he comprado para ti? Si quieres o necesitas algo más, no tienes nada mas que decirmelo y lo tienes el mismo día, igual q
Cuando mi hija se quedó totalmente dormida, David me cogió de mi mano, marchandonos los dos del dormitorio de mi hija hacia el mío, ya que mi equipaje aún lo tenía dentro preparado. Cogí mi bolso y mi móvil que lo tenía encima de la cama, para acercarme a la puerta donde tenía mi maleta, pero cuando me acerque David cerró la puerta echando el cerrojo. Nos quedamos los dos mirándonos fijamente a los ojos, dándome cuenta de que David se estaba acercando a donde yo estaba a pasos lentos—- Ya estamos mi hija y yo aquí y te lo dije clarito, no voy a acostarme contigo, ni ahora ni nunca —- le dije, fijándome en la sonrisa que tenía él en sus labios, mientras yo retrocedía hasta que mis piernas chocaron con la cama—- Venga Keira cariño, lo estás deseando como yo, ¿sabes que me has dado una hija muy guapa y muy inteligente? me encanta mi hija, gracias por decidir el tenerla —- me dijo—- Esa galantería no te va a servir para que me abra de piernas para ti y gracias por lo que me has dicho d
Cuando David se apartó de mi cuerpo, se dirigio seguidamente hacia la puerta del dormitorio, quitó el cerrojo y cogiendo mi equipaje se marchó del dormitorio dejando la puerta abierta. Me levanté de la cama y me arregle la ropa, acercándome después y por un momento al dormitorio de mi hija, para darle un besito y despedirme de ella antes de marcharme de la casa, salí del dormitorio hacia las escaleras viendo a Gisela en la puerta de la casa sonriendome, me acerque a ella, dándome la mujer un abrazo y un beso, para desearme buen viaje.La limusina se paró en un hangar, donde nos estaba esperando el jet privado de David, el chofer bajó del vehículo para abrirnos la puerta, pero David estaba tan enfadado que la abrió él mismo, bajando primero para dirigirse al jet, sin mirar hacia atrás. Algunos de los hombres que habían en ese hangar iban vestidos de uniforme, recogiendo nuestros equipajes de la limusina y subiendolo al avión, todos muy serios aceptando las órdenes que les estaba dando
El avión aterrizó poco después, cuando ya abrieron la puerta, bajamos David y yo por las escalerillas dirigiéndonos hacia una limusina que ya nos estaba esperando a pie de pista, Cuando nos acercamos al vehículo, el chofer que esperaba al lado del vehículo nos abrió la puerta para que subieramos los dos, marcandonos poco después de aquel lugar hacia la ciudad, ya que me pude dar cuenta que el aeropuerto no se encontraba muy lejos de la ciudad, donde aterrizamos, fijandome antes en el cartel que había en la entrada y que ponia que estabamos en las Vegas, a pesar de que los cristales del coche eran oscuros. Cuando el chofer paró el automóvil, el chofer bajó y rodeándolo se acercó hasta la puerta trasera para abrirla, ayudándome David a bajar del coche. Entramos en aquel precioso hotel, recibiendonos el director en el mismo Hall, abrazados los dos hombres como si se conocieran de toda la vida, mientras los botones cogían nuestro equipaje de la limusina y se acercaban hacia los ascensore