Cuando mi hija se quedó totalmente dormida, David me cogió de mi mano, marchandonos los dos del dormitorio de mi hija hacia el mío, ya que mi equipaje aún lo tenía dentro preparado. Cogí mi bolso y mi móvil que lo tenía encima de la cama, para acercarme a la puerta donde tenía mi maleta, pero cuando me acerque David cerró la puerta echando el cerrojo. Nos quedamos los dos mirándonos fijamente a los ojos, dándome cuenta de que David se estaba acercando a donde yo estaba a pasos lentos—- Ya estamos mi hija y yo aquí y te lo dije clarito, no voy a acostarme contigo, ni ahora ni nunca —- le dije, fijándome en la sonrisa que tenía él en sus labios, mientras yo retrocedía hasta que mis piernas chocaron con la cama—- Venga Keira cariño, lo estás deseando como yo, ¿sabes que me has dado una hija muy guapa y muy inteligente? me encanta mi hija, gracias por decidir el tenerla —- me dijo—- Esa galantería no te va a servir para que me abra de piernas para ti y gracias por lo que me has dicho d
Cuando David se apartó de mi cuerpo, se dirigio seguidamente hacia la puerta del dormitorio, quitó el cerrojo y cogiendo mi equipaje se marchó del dormitorio dejando la puerta abierta. Me levanté de la cama y me arregle la ropa, acercándome después y por un momento al dormitorio de mi hija, para darle un besito y despedirme de ella antes de marcharme de la casa, salí del dormitorio hacia las escaleras viendo a Gisela en la puerta de la casa sonriendome, me acerque a ella, dándome la mujer un abrazo y un beso, para desearme buen viaje.La limusina se paró en un hangar, donde nos estaba esperando el jet privado de David, el chofer bajó del vehículo para abrirnos la puerta, pero David estaba tan enfadado que la abrió él mismo, bajando primero para dirigirse al jet, sin mirar hacia atrás. Algunos de los hombres que habían en ese hangar iban vestidos de uniforme, recogiendo nuestros equipajes de la limusina y subiendolo al avión, todos muy serios aceptando las órdenes que les estaba dando
El avión aterrizó poco después, cuando ya abrieron la puerta, bajamos David y yo por las escalerillas dirigiéndonos hacia una limusina que ya nos estaba esperando a pie de pista, Cuando nos acercamos al vehículo, el chofer que esperaba al lado del vehículo nos abrió la puerta para que subieramos los dos, marcandonos poco después de aquel lugar hacia la ciudad, ya que me pude dar cuenta que el aeropuerto no se encontraba muy lejos de la ciudad, donde aterrizamos, fijandome antes en el cartel que había en la entrada y que ponia que estabamos en las Vegas, a pesar de que los cristales del coche eran oscuros. Cuando el chofer paró el automóvil, el chofer bajó y rodeándolo se acercó hasta la puerta trasera para abrirla, ayudándome David a bajar del coche. Entramos en aquel precioso hotel, recibiendonos el director en el mismo Hall, abrazados los dos hombres como si se conocieran de toda la vida, mientras los botones cogían nuestro equipaje de la limusina y se acercaban hacia los ascensore
David me paso la nariz por la suave piel de mi oreja y por el cuello, sabía que a pesar de todo David me deseaba y no le importaba cómo me haría suya, así que no trate de hacerme suplicar ni de rechazarlo, yo le amaba y también lo deseaba. Inspire fuerte y agarre con mis manos y con fuerza el edredón de la cama, mientras sus pechos se movían contra mi espalda—- Lo que vamos a seguir haciendo, no significa que me gustes tanto, especialmente cuando haces lo que haces mientras estes a mi lado, y te quiero siempre, siempre junto a mi. — me susurroComo pude me gire el cuerpo poniendo mi cara enfrente de la suya, no le di ninguna oportunidad de decirme nada más, ya que le reclame sus labios besándole con ferocidad y rápidamente—- !! Que sorpresa me has dado ¡¡ —- me dijo acariciando mis mejillas con sus dedos— Solo quiero lo que viene a continuación —- le dijeDavid y yo nos quedamos mirándonos fijamente a los ojos, lamiendo mis labios con su lengua. Me separo las piernas, dejando ante
Pasamos una maravillosa semana en Las Vegas, David me enseñó los casinos, la ermita donde se casaban las parejas, los restaurantes, toda aquella ciudad era impresionante. De regreso al aeropuerto, me di cuenta de que varios hombres nos esperaban en una pista asfaltada, dejándome algo sorprendida porque aunque estabamos en el aeropuerto, no vi el jet de David, si no que estaba a punto de aterrizar un helicóptero, Cuando cesaron las hélices, un hombre vestido con un traje de piloto bajó de él, acercándose a donde estabamos los dos—- Buenas señor O”Brien, cuando ustedes deseen podemos partir — le dije el piloto—- Gracias, en cuanto el equipaje esté en el helicóptero, podemos marcharnos — contestó David.Cuando ya subimos David y yo al helicóptero y el piloto alzó el vuelo, me quedé algo atónita al ver la panorámica que había desde las alturas. El crepúsculo ya se estaba adueñando del cielo haciendo que el paisaje nos regalara una explosion de colores preciosos. Unas horas después el he
Una vez que aquel hombre se marchó de mi dormitorio, me asomé a la terraza ya que echaba mucho de menos a mi pequeña Cintia, además no seguía comprendiendo el porque David me quería hacer creer que me amaba, cuando en menos de un mes se iba a casar con mi hermanastra Melody, no podía comprender sus razones para hacerlo. Me tumbé en la cama, mientras las lágrimas me caían por las mejillas sin sentido, hasta que Morfeo hizo acto de presencia en mi, quedándome dormida. Me despertó unos golpes que escuche en la puerta, viendo a Lucinda abrirla. Entró muy despacio acercándose a la cama donde yo estaba tumbada, pronunciando mi nombre en una especie de susurro—- Keira, señora la cena ya está servida, David la está esperando para cenar —- me dijo—- Gracias Lucinda, pero dile al señor que puede cenar, yo no tengo hambre, gracias — respondíLa mujer se marchó del dormitorio como entró, sin hacer ningún ruido, cerrando suavemente la puerta. Poco después, escuche un fuerte portazo viendo entrar
Tal y como David me dijo, dos horas después aterrizó en aquel lugar, el mismo helicóptero que nos trajo a David y a mí a aquel lugar, Cuando logre ver a mi hija, me fui corriendo hasta que por fin la pude tener en mis brazos, abrazando mi hija mi cuello mientras me decía mami, haciendo así que no pudiera retener mis lágrimas. Cuando nos acercamos a la casa, Lucinda y Veronica se acercaron a donde yo estaba con mi hija en brazos, acercándose también Gisela que fue la que estuvo en todo momento y en todo el viaje con mi pequeña, procurando que nada le pasara. —- Oh David, que guapa es — dijo Lucinda acercándose a mi hija para acariciarle la manita— Mami, ¿que zon? —- preguntó mi hija— Son unas mujeres que nos van a cuidar mientras estemos aquí, ¿te gusta la casa? —- pregunte—- Hola preciosa, ¿te acuerdas de mí? verás que bien lo vamos a pasar Cintia, yo te llevaré a donde quieras y te comprare todo, todo lo que me pidas — le dijo David—- Hoda, quero un pony —- dijo mi hija, haciend
Después de ver todo su dormitorio saltar por todas partes y coger uno de los peluches que había, y era el que más le gusto a mi hija, nos marchamos todos hacia el salón, sentándose David con mi pequeña en la gran alfombra que había para jugar, pero como se notaba que mi hija estaba muy cansada, Gisela la cogió en sus brazos, llevando a mi pequeña medio dormida a su dormitorio quedando en el salon David y yo solos. Estuvimos un buen rato viendo la televisión mientras David, se tomaba su vaso de wisky, hasta que el cansancio que yo llevaba encima me pudo, teniendo que marcharme del salon hacia el dormitorio. Una vez que entré, me fui hacia el cuarto de baño ya que necesitaba una buena ducha de agua caliente. Me desnude metiendome seguidamente en la ducha, abrí los grifos dejando que callera el agua por mi espalda, cuando de pronto sentí las manos de David en cada uno de mis pechos, mientras besaba mi espalda, y me hacía sentir lo duro que tenia su miembro en mis nalgas.—- David por fav