HOMBRE 2. Capítulo 18.
Antes de que despuntara el sol, Anna salió de la cama de Borya y se escurrió hasta su habitación.Se metió a la ducha, bajo el chorro de agua caliente, y sonrió al percatarse que seguía sintiendo las manos de él recorriendo su cuerpo y el sabor de su boca en los labios.No podía negar que le había gustado mucho las horas que pasó en su cama, amándose, entregando su piel, su alma y su sangre a un demonio que aún era un completo desconocido, pero quien era capaz de encender una hoguera en su interior, de llamas altas y hambrientas, dispuestas a acabar con todo.Salió de la ducha y se secó el cabello sin prisa, recordando cada tramo del cuerpo de él, la suavidad de su tacto y la firmeza de sus abrazos. Al terminar se tiró sobre la cama de espaldas, sin dejar de sonreír.De nuevo lo anhelaba, estaba loca por meterse otra vez en su habitación como una gatita traviesa y esconderse bajo sus sábanas, pero sentía que era suficiente por ese día.—Necesito conocerlo más, antes de que siga robánd
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