Con un solo puñetazo, ¡Juan había asesinado a un maestro de Canalización de Meridianos!Al ver esta terrorífica escena, las expresiones de Ciriaco y de los tres guerreros de la familia Alarcón se congelaron al instante en sus rostros, llenos de asombro y terror.—¿Cómo es posible? ¿Ese muchacho es así de fuerte? —gritó Tobías, que observaba desde la distancia, su rostro retorcido en una mezcla de incredulidad y miedo.Ciriaco, al reaccionar, comenzó a sudar frío. Sin pensarlo ni por un instante, se impulsó con la punta de los pies, convirtiéndose en una sombra que se alejaba apresurada.—¡Tengo que escapar de inmediato, debo huir!—Este tipo es demasiado poderoso. Si me quedo aquí, moriré sin lugar a dudas.—Los que intentan escapar, no tienen oportunidad alguna— dijo Juan con un tono tranquilo, sacudiendo hacia un lado la cabeza.No corrió tras él como lo pensaba. En su lugar, respiro profundamente, su abdomen se hinchó, y luego soltó el aire con mucha fuerza.Una bocanada de aire bla
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