Entonces, me bajaron y me arrojaron al suelo. Y comenzaron los golpes, fueron tantos que tampoco me dio tiempo de gritar, porque la boca se me llenó de sangre.Creí que había muerto.Nunca me quitaron esa bolsa. También tenía las manos sujetadas en la espalda.Quedé inconsciente. Eso que dicen que uno recuerda a su familia, que ve a un familiar muerto, eso… bueno, no sé qué tan verdad sea. Yo no vi a nadie mientras estuve en el más allá.Solo pensaba: mierda, todo el mundo me advirtió que me alejara de ella, que no dejara que me mataran tan tontamente y yo no hice caso.Y, cuando me desperté, estaba entubado, en la clínica. Estaba luchando por vivir.¿Cómo podía ser que la musa inspiradora de Mateo me mandara a asesinar?Estuve un mes en la clínica, recuperándome: pasé semanas en cui
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