*—Layonel:Esta era la mejor noche de todas.Layonel, impulsado por la emoción y la calidez del alcohol, dejó su copa a un lado y se acercó aún más a Damien, quien seguía sentado en el suelo. Sin pensarlo dos veces, se acomodó en su regazo, envolviendo sus brazos alrededor de su cuello. Layonel se inclinó hacia adelante para buscar sus labios, ansioso por un beso, pero justo antes de que pudiera hacerlo, Damien giró la cabeza y soltó una suave risa.—¡Oye! —se quejó Layonel, frunciendo el ceño y riéndose al mismo tiempo—. ¿Qué pasa?Damien le acarició la espalda con ternura, manteniendo la sorpresa en sus ojos.—Te tengo una sorpresa más, amor.Layonel frunció el ceño, confuso, pero intrigado, mientras Damien reía suavemente, disfrutando del momento. La curiosidad se encendió en sus ojos.—¿Otra sorpresa? —preguntó Layonel, inclinándose ligeramente hacia atrás para mirarlo mejor, todavía sentado en su regazo.Damien asintió, con una sonrisa traviesa que Layonel conocía bien. Era la so
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