Cuando llegamos cerca de mi casa, nos detenemos. “Lily, quiero que me prometas algo”. Se ha puesto muy serio.“Biiiieeeeeennn”. Alargo la palabra porque se está poniendo dramático.“Si pasa algo, si algo te parece raro este fin de semana, quiero que me llames. ¿Tienes mi número?”, me pregunta.“¿Esta es tu forma de conseguir mi número de teléfono, Clint?”, le pregunto, poniéndome una mano en la cadera.“Tengo tu número, Lily”, dice, con una leve sonrisa en la cara. “¿Pero tienes tú el mío?”.“No, no lo tengo”. “Te mandaré un mensaje esta noche. Agrega mi número en tu teléfono. Este fin de semana, si pasa algo, llámame e iré a buscarte”. “¿Hablas en serio?”, digo, frunciendo el ceño. “Lo digo muy en serio”. “Está bien, Clint”, digo, sacudiendo la cabeza.“Ahora, entra antes de que tu padre salga a buscarte”. Corro hasta la puerta y me doy la vuelta para mirarlo antes de entrar. Esta vez lo saludo con la mano antes de cerrar la puerta.Después de cenar, estoy en mi habit
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