Parte 1. Capítulo 16. Cara a cara
Manejaba a toda velocidad por un estrecho camino bordeado de vegetación. Los altos árboles de frondosas ramas no dejaban pasar la luz de la luna, haciendo maquiavélicas a las penumbras, pero ella estaba decidida a traspasarlas.A un costado se hallaba la montaña, que se erguía imponente, y del otro, kilómetros de selva que seguramente finalizarían en la costa.Rebeca no tenía seguridad de dónde estaba ni qué hacía, solo seguía el camino que recorría a diario con Javier hasta la cosecha.Sabía que al pasar los terrenos llegaría a las residencias de los miembros la sociedad. Allí, de alguna manera, encontraría la casa de Gabriel.No obstante, tuvo que detener el auto de forma repentina haciendo patinar el vehículo sobre el asfalto varios metros, hasta detenerse a pocos centímetros de un hombre alto, que estaba inmóvil en medio de la vía, con el torso desnudo empapado de sudor y sangre y marcado con heridas de garras.La adrenalina casi logró que el corazón se le saliera por la boca.Gra
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