Lass subió a su cuarto, estrellando la puerta y la cerró. Su madre empezó a tocar como loca, pero no le hizo caso. —Abre la maldita puerta— le grita. —Déjame en paz, estoy harta de todos ustedes, quisiera no pertenecer a esta familia — ella se rindió lo que le gritó, lass le dolía, apretó su puño y vio a Naím con ojos llorones. —¿Qué pasó?——nad-nada, volvamos abajo, no ha pasado nada——estás llorando, hablaste con ella——Sí, vamos——pero amor——Te dije que vamos, Naím, no me hagas las cosas más difíciles—Aunque ella le mentía y él lo sabía, no quiso seguir molestándola, pues se veía afectada y le partía el corazón. Miró hacia la puerta y se fue con su esposa a terminar la comida.Sin embargo, vael desde su camioneta reía, sabiendo que él había sido parte de todo lo que hoy le estaba pasando a Lass y sin ningún pudor le escribió un mensaje. ~¿Por qué eres tan dramática, ¿quieres jugar a los chicos malos?~~¿Lo tomó como una amenaza?, ¡pedazo de imbécil!~~Estás muy agresiva, caso
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