La respiración agitada y los pasos de la carrera de un lobo siendo perseguido se escuchan en el bosque oscuro y solitario. Ni siquiera las aves o criaturas nocturnas hacían ruido, pues había una criatura tan espeluznante que sembraba el pánico en todo el lugar, un gruñido de horror hace que unas aves eleven el vuelo, pues un lobo corre a toda velocidad tratando de salvar su vida mientras otro lo persigue con intenciones malignas.

El bosque, el cual era amplio y tenebroso, del cual últimamente se encontraban restos de lobos mutilados, no era un lugar en el cual un lobo se podía adentrar solo y menos en la noche. Llegar más allá de los límites no era buena idea, pero el lobo, en su desesperación por escapar de lo que lo perseguía, cruzó un gran límite llegando hasta un barranco y deteniéndose allí sin darse cuenta de que aquel lobo le tendió una trampa. Su corazón latía a gran velocidad sentía cómo su sangre subía y bajaba daba pasos atrás lentamente viendo como una sombra negra se acer