Ambos parecían ansiosos en su habitación, Edwar pensando en que no debía dejarse llevar por sus impulsos nuevamente, y Selena deseosa de que Bodolf terminara de irse, aunque tratando de convencerse a sí misma “No puedes pensar en acostarte con el hermano de tu esposo” “Edwar también te engañó y dejó sola, no es tu culpa lo que ocurrió luego” “Deja ya de pensar en él, relájate, todo va a estar bien” y esta última frase es precisamente la que la llena de dudas, porque no puede dejar de pensar en él ni un sólo segundo y porque estando frente a él, nada estaba bien.Bodolf entró a la habitación justo para despedirse de ella, se acercó a la pelirroja y se sentó al borde de la cama.—Regresaré pronto, espero te portes bien y no estés inventando cosas, ¿eh?—¿A qué te refieres? —preguntó ella en tono hostil.—Selena, amada mía, sé que crees que soy un monstruo porque tuve que usar ciertas estrategias para convencerte de casarnos, pero no fue así. Cuando tu padre vino a ofrecerte yo estab
Leer más