Después de enterarme de lo que Paul les dijo a los abogados que envié a concretar el divorcio, creo que esto será más difícil de lo que esperaba. Paul no quiere dinero, insiste en que podemos resolver nuestras diferencias. Sin embargo, yo ya no quiero verle, ni tener contacto con él que no tenga que ver con los niños.Esperaba poder viajar a Tierra del Fuego para Navidad, y después de pasar unos días con mis hijos ahí, contarles que ya no vamos a vivir con su padre. Esperaba que, en la emoción de pasar las fiestas juntos, en un sitio tan hermoso, hiciera menos duro para ellos escuchar que sus padres ya no estarán juntos, pero si Paul sigue insistiendo me hará quedar como la mala de la película. Y no soporto pensar en que mis hijos me odien por querer separarme de su padre. La adolescencia está tocando sus puertas y lo que sea que ocurra en este momento va a definirlos como personas. Tampoco quiero que odien a su padre, aun así, ya no sé qué es lo que voy a hacer.Además, Lisandro está
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